Parece el templo de Petra pero está en España: la escapada obligatoria a una hora de Madrid
Este destino es conocido como "La Pequeña Petra" gracias a su diseño y su entorno místico
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El templo de Petra, uno de los lugares arqueológicos más impresionantes del mundo, es famoso por su arquitectura tallada en roca y su rica historia, que se remonta a la antigua civilización nabatea. Situado en el corazón de Jordania, Petra es conocida como la «Ciudad Rosa» debido al color de sus rocas y es considerada una de las Siete Maravillas del Mundo. Éste antiguo asentamiento, que floreció entre el siglo VI a.C. y el II d.C., sirvió como un próspero centro comercial y un cruce de caminos entre Asia, África y Europa. Su diseño ingenioso, que incluye acueductos, tumbas y el famoso Tesoro (Al-Khazneh), ha atraído a millones de turistas cada año, convirtiéndose en un símbolo de la historia antigua. A pesar de su lejanía y del aire exótico que lo rodea, hay un lugar en España, a sólo una hora de Madrid, que, aunque no sea tan conocido, evoca la majestuosidad de Petra.
Situado a aproximadamente una hora de la capital, este destino oculto presenta un impresionante paisaje y arquitectura que parecen sacados de un cuento de hadas. La similitud en la estructura y el ambiente místico hace que sea un lugar ideal para aquellos que buscan una escapada cultural sin salir del país. Este rincón no sólo ofrece un vistazo a una arquitectura fascinante, sino también una rica historia que merece ser descubierta. Desde su belleza natural hasta sus monumentos históricos, este lugar se presenta como un tesoro que rivaliza, en esencia, con la famosa ciudad de Petra. Así que, para los amantes de la historia y la arquitectura, es una visita obligada.
El increíble templo de Petra en España
A sólo una hora de Madrid se encuentra Cívica, un destino que invita a los visitantes a adentrarse en un laberinto de estructuras excavadas en la roca, evocando la majestuosa ciudad de Petra en Jordania. Esta singular aldea, situada en la localidad de Brihuega, ha sido obra de un único individuo, el sacerdote Aurelio Pérez, quien dedicó más de dos décadas a crear esta maravilla arquitectónica a mediados del siglo XX.
Su creación, aunque más pequeña que la famosa Petra, ha ganado el apodo de «La Pequeña Petra» gracias a su impresionante diseño y su entorno místico, que transporta a los visitantes a un mundo de fantasía sin salir de España. Las construcciones de Cívica, talladas a mano en piedra caliza, ofrecen un recorrido que incluye pasadizos, escaleras y fuentes, todo rodeado de un paisaje natural que recuerda a un cuento de hadas.
La visita a Cívica es una experiencia única, ya que el acceso es limitado y se requiere contratar un guía por un precio simbólico. Este cuidado en el acceso se debe a que se trata de una propiedad privada, lo que resalta la importancia de preservar esta joya escondida. Además de conocer las galerías y estructuras de la aldea, los visitantes pueden disfrutar de las maravillas naturales que la rodean, como una cascada que se une al río Tajuña y la famosa fuente de los siete caños, conocida por sus propiedades curativas.
A 20 minutos en coche se encuentra Brihuega, famosa por sus extensos campos de lavanda que florecen en verano, creando un paisaje impresionante que se mezcla con la historia medieval del pueblo, donde destacan murallas, un castillo y cuevas árabes. En definitiva, Cívica ofrece una escapada perfecta para quienes buscan conectar con la historia y la naturaleza, todo sin tener que viajar al extranjero.
Brihuega, un pueblo ‘mágico’
Brihuega, situado en la provincia de Guadalajara, es un pueblo con una rica historia que se remonta a la época romana. Su nombre proviene del término latino «Brigocea» y durante la Edad Media fue un enclave estratégico, siendo testigo de la batalla de 1086 entre fuerzas cristianas y musulmanas. A lo largo de los siglos, Brihuega se convirtió en un importante centro comercial y agrícola, impulsado por la producción de paños y textiles en el siglo XVI. La Real Fábrica de Paños, establecida en el siglo XVIII, consolidó su reputación industrial, que se mantuvo activa hasta el siglo XX.
El Castillo de la Peña Bermeja, construido en el siglo XI, ofrece impresionantes vistas y es un símbolo de la localidad. Porotro lado, la Iglesia de San Felipe, de estilo gótico, es conocida por su retablo barroco y su campanario. Asimismo, la Real Fábrica de Paños, aunque en ruinas, representa el legado textil de la ciudad y se están haciendo esfuerzos para restaurarla.
Brihuega también es famosa por sus campos de lavanda, que florecen en verano y brindan un espectáculo visual impresionante. La Plaza del Coso es el corazón social del pueblo, ideal para disfrutar de la gastronomía local. Asimismo, las cuevas árabes, construidas en el siglo X, ofrecen un vistazo a la influencia árabe en la región. Por último, el Parque de la Constitución es un espacio verde perfecto para relajarse.