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Ubicado a pocos minutos en coche desde Aínsa, uno de los pueblos más encantadores de España, se encuentra un pequeño municipio con una población de 1.104 habitantes. Este pueblo se encuentra en lo alto de una colina, a orillas del río Ara, uno de los últimos ríos vírgenes de la Península Ibérica, donde la belleza natural de sus aguas y las imponentes cumbres de los Pirineos captan la atención de los visitantes.
El casco urbano de este hermoso pueblo del valle del Ara es impresionante, con una arquitectura tradicional que ha sido cuidadosamente preservada a lo largo del tiempo. A pesar de su tamaño, es uno de los pueblos más grandes de la región pirenaica aragonesa, y se encuentra ubicado en una antigua terraza fluvial, mirando hacia el sur.
El pueblo más bonito de Huesca
Boltaña, también conocido como Boletania en sus inicios, nos ofrece un viaje fascinante a través del tiempo, revelando su pasado marcado por el legado del Imperio Romano, que lo designó como Municipium Boletanum.
Este pueblo también guarda huellas de las invasiones musulmanas, como el imponente castillo en la cima del monte de San Martín, que servía como punto estratégico para frenar la Reconquista. Incluso se puede rastrear el nombre de su gobernador, Amrus ibn Muhammad, designado por Abderramán III.
Aunque su historia estuvo marcada por conflictos, como lo demuestran los documentos que indican su inclusión en las posesiones de un rey navarro, García Sánchez I, en el siglo X. Más tarde, bajo el reinado de Ramiro I de Aragón, pasó a manos de Jimeno Garcés y Sancho Galíndez.
Con el tiempo, la importancia de Boltaña fue disminuyendo mientras que la cercana Aínsa ganaba prominencia, convirtiéndose en otro destino imprescindible en esta comarca llena de historia y encanto.
Lugares de interés
En Boltaña, el esplendor de su arquitectura se desplegó plenamente entre los siglos XVI y XVIII, revelando un laberinto de callejones estrechos, plazas encantadoras y casas de piedra ancestrales que nos sumergen en la historia. Uno de sus mayores tesoros es la imponente colegiata de San Pedro, una joya del gótico erigida en el siglo XIV sobre los cimientos de una antigua iglesia románica, que destaca como una de las más imponentes del Pirineo.
En un paseo por Boltaña, nos encontramos con las encantadoras «casas patio» y las majestuosas «casas bloque», que se adaptan al desnivel del terreno. Entre las más destacadas se encuentran la Casa Don Jorge y la Casa Carruesco, ambas del siglo XVI. Además, sobre las chimeneas se sitúan los espantabrujas, símbolos protectores contra las brujas y los malos espíritus.
En la parte más alta del pueblo, aún se conservan vestigios del castillo del siglo XI y de sus murallas. Este castillo fue una de las primeras fortalezas cristianas en el territorio aragonés, junto con el de Abizanda. Su torre del homenaje, de planta hexagonal en lugar de cuadrada, es una característica peculiar.
Desde el mirador del castillo se pueden admirar vistas impresionantes de los alrededores. Junto a él se alza la Ermita de Santa Lucía de Boltaña, de pequeñas dimensiones pero de gran belleza. Además, en este pueblo de Huesca se encuentran las ermitas de Santa Bárbara, San Sebastián y San Andrés, que añaden aún más encanto a su patrimonio histórico y religioso.
Monasterio del Carmen
El monasterio del Carmen, con sus orígenes como vivienda que evolucionó para convertirse en convento, hospital de guerra, residencia de ancianos y granja, ha experimentado una transformación notable a lo largo de los siglos. Situado en las afueras de Boltaña, su construcción data del siglo XVII y aún conserva la ermita del Espíritu Santo.
Después de la desamortización de Mendizábal, los Carmelitas Descalzos abandonaron el monasterio, que cambió de propietarios varias veces hasta ser adaptado como centro sanitario en 1920. Durante 70 años, cumplió esta función hasta que fue transformado en un albergue para campamentos juveniles. Finalmente, tras una extensa reforma, el monasterio se convirtió en el espectacular hotel que hoy en día podemos admirar.
La Gorga de Boltaña
La Gorga de Boltaña es una impresionante piscina natural formada por el río Ara a su paso por la localidad. Este idílico enclave se ha convertido en un verdadero tesoro natural, conocido por sus aguas cristalinas y frescas, que atrae a visitantes de todas partes en busca de un refrescante baño.
Incluida en el programa «Ríos con Magia», creado con motivo de la Expo del Agua de 2008, la Gorga de Boltaña se presenta como un destino turístico único, donde se promueve la belleza y el valor de los ríos como un atractivo natural para el disfrute y la recreación.
Los accesos al lugar se han mejorado y acondicionado en un total de 12 puntos a lo largo de los ríos Ara, Cinca y Esera, siendo la Gorga de Boltaña uno de los más destacados. Se han instalado señalizaciones visibles desde la carretera, áreas de estacionamiento, senderos seguros de acceso y paneles informativos sobre el entorno fluvial.