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Esta capital europea tiene una calle completamente rosa

Esta capital europea tiene una calle completamente rosa
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Viajar es uno de los grandes placeres de la vida, y hay una capital europea donde puedes descubrir una calle completamente rosa. Se encuentra muy cerca de España, así que es un destino increíble para una escapada de fin de semana.

«Aunque a priori no se diferencia de otras calles del centro, su pavimento rosa, sus paraguas de colores para hacer sombra y su ambiente nocturno le dan un encanto especial», dice @aguamarinaturismo en Instagram. ¿Quieres saber dónde se encuentra y todo lo que tiene para ofrecerte? ¡Continúa leyendo!

La Calle Rosa de esta capital europea

Se encuentra en Lisboa, la capital de Portugal, una de las ciudades más bonitas y con más encanto de toda Europa. «A un corto paseo del barrio de la Baixa, junto a Cais do Sodré, esta calle peatonal se ha convertido en un punto de encuentro para locales y turistas. Es una calle de color rosa en Lisboa muy resultona, para hacerse fotos y disfrutar de una copa en las terrazas de sus bares».

En el pasado, formaba parte de un barrio portuario decadente, conocido por sus tabernas de pescadores y burdeles. Sin embargo, en 2011, el Ayuntamiento inició un proyecto de regeneración urbana para transformar la zona en un lugar atractivo para el turismo. Como resultado, la Calle Rosa, oficialmente llamada rua Nova do Carvalho, fue peatonalizada y pintada de rosa brillante en 2013.

Ahora es un punto de encuentro popular para jóvenes y turistas, con cafés, bares y clubes nocturnos. Aunque alguna vez fue considerada el barrio rojo de Lisboa, la calle ahora es conocida por su ambiente animado y su reputación internacional como una de las calles más bonitas y divertidas de Europa, según el ‘New York Times’.

¿Qué ver en Lisboa? Lugares de interés

El Castillo de San Jorge y el Panteón Nacional ofrecen unas vistas impresionantes de la capital portuguesa. Desde el castillo, puedes disfrutar de una panorámica espectacular de la ciudad, mientras que en el Panteón Nacional, puedes subir hasta la terraza y admirar una vista que abarca desde el Padrão Dos Descobrimentos hasta el Monasterio de Los Jerónimos.

El Castillo de San Jorge fue construido por los musulmanes en el siglo XI como una fortaleza defensiva. Fue conquistado por Afonso Henriques en 1147 y alcanzó su apogeo como sede cortesana hasta el siglo XVI. Tras la integración de Portugal en la Corona de España en 1580, asumió un papel militar, que perduró hasta el siglo XX. Experimentó remodelaciones y construcciones adicionales, especialmente después del terremoto de 1755.

Inicialmente, durante su construcción, la Torre de Belém estaba en medio del río, rodeada completamente por el agua. Con el tiempo, las variaciones en la corriente la fueron acercando gradualmente a la playa fluvial de Belém, hasta que hoy en día se encuentra completamente en tierra firme. En cuanto a su decoración, en la torre se pueden apreciar el Escudo de Armas de Portugal, cruces asociadas a la Orden de Cristo y otros símbolos que reflejan el poderío de Portugal en esa época, así como elementos de inspiración árabe y oriental.

El Monumento a los Descubrimientos, inaugurado en 1960, es el monumento más reciente en la zona de Belém. Con una altura de 50 metros, fue originalmente construido en Madeira por orden del jefe de gobierno António Oliveira Salazar para la Exposición del Mundo Portugués. Frente al monumento, hay un mapa del mundo que muestra los viajes realizados por los descubridores portugueses, así como las fechas de sus desembarcos y conquistas.

El Museo Nacional del Azulejo destaca la notable expresión artística del azulejo, reconocida internacionalmente como parte distintiva de la cultura portuguesa. Su colección incluye azulejos de valor incalculable que representan Lisboa antes y después del terremoto de 1755. La exposición permanente ofrece una mirada a la historia del azulejo en Portugal a través de ejemplares únicos y hermosos. Además, el museo está ubicado en una iglesia manuelina revestida de oro, agregando valor histórico al conjunto.

El Monasterio de los Jerónimos, ubicado en el barrio de Belém, es un emblemático ejemplo del estilo arquitectónico manuelino que simboliza la riqueza y la trascendencia de los Descubrimientos Portugueses. Su construcción se inició en 1502, tras el regreso de Vasco da Gama de la India, y fue financiada principalmente con los beneficios obtenidos del comercio de especias.

La Sé o Catedral de Lisboa fue ordenada construir por Don Afonso Henriques tres años después de la conquista de la ciudad, sobre los cimientos de una antigua mezquita. Su interior, de tres naves, se caracteriza por un estilo oscuro y austero. La pieza más destacada de la catedral es un arca que alberga los restos mortales de São Vicente, trasladados desde el Cabo de São Vicente.

¿Quieres conocer la Calle Rosa y el resto de atractivos de la capital portuguesa este 2024?

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