Comer entre cascadas por 16 euros: el restaurante que esconde este pequeño pueblo de España

Frías, una ciudad con poco más de 200 habitantes, es un destino privilegiado en la provincia de Burgos. Lleno de vida, terrazas y lugares encantadores para explorar, éste antiguo asentamiento conocido como «Aguas Fridas» recibió su título de ciudad en 1435 y hoy figura en la lista de los pueblos más bonitos de España. Lo que más llama la atención en Frías es su silueta vista desde lejos, con la torre del castillo situada sobre La Muela y la distintiva arquitectura de sus casas colgadas. En la cima de La Muela, se encuentra la Iglesia de San Vicente Mártir. Originalmente románica, su torre fue reconstruida en 1906 tras colapsar, lo que resultó en la mezcla de estilos arquitectónicos que luce hoy, con una notable influencia barroca. Otro imprescindible en la parte alta es el Castillo de Frías o Castillo de los Velasco, cuya construcción comenzó en el siglo X. Ubicado estratégicamente sobre una roca, su Torre del Homenaje ofrece vistas inmejorables de los alrededores, y está rodeado por una muralla construida en 1201.

Justo al lado de Frías se encuentra Tobera, conocido como «el pueblo de las cascadas». Tobera prosperó gracias a su ubicación estratégica y la fuerza del río Molinar, utilizado para molinos y una histórica fábrica de papel. Cuenta la leyenda que las tobas, piedras de carbonato cálcico depositado en el agua, son en realidad princesas que prefirieron convertirse en piedras antes de ser forzadas por villanos. Estas tobas forman parte de la construcción de la Ermita de Nuestra Señora de la Hoz, añadiendo un misticismo especial a este lugar. El paseo del Molinar, que comienza en este templo vinculado a la antigua leyenda, ofrece vistas de cascadas y construcciones pintorescas a lo largo del río. Este recorrido, fácil y corto, junto con la belleza del entorno, hace de Tobera un pequeño paraíso.

El restaurante más pintoresco de España

Tobera destaca por el río Molinar que lo atraviesa. El agua fluye por el municipio, formando pequeñas cascadas que finalmente desembocan en el río Ebro. Este es uno de los encantos de esta localidad, rodeada de un paisaje natural exuberante.

El restaurante Entre Pozas es uno de los más hermosos de la región, gracias a su ubicación única. Mientras se disfruta de una comida o cena, se pueden admirar las cascadas del pueblo. Abierto desde 2021, se ha convertido en un destino popular para los amantes del turismo gastronómico. Este restaurante está especializado en cocina casera, destacando los sabores tradicionales de la zona. Su menú del día, que incluye primer plato, segundo y postre, tiene un precio de 16 euros durante la semana y sube a 23 euros los fines de semana.

Algunas de sus especialidades incluyen arroz caldoso con setas y gambas, crema de calabaza, alubias con sacramentos, bacalao con verduras, costillas al horno de leña con patatas, y solomillo en salsa con puré de patatas. Entre Pozas también ofrece otros menús. El menú de pollo incluye ensalada, patatas, medio pollo, postre y bebida por 15 euros. Además, cuentan con un menú de lechazo que incluye ensalada, patatas, medio cuarto de lechazo, postre y bebida por 35 euros, o una versión ecológica por 39 euros.

 

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Tobera

El río Molinar, que toma su nombre de los antiguos molinos y batanes que utilizaban su corriente, atraviesa el pueblo con suaves saltos y se abre paso entre las rocas. Con el tiempo, la erosión ha creado una estrecha garganta cuyas altas paredes parecen tocar el cielo, ofreciendo un paisaje asombroso que invita a la contemplación de la naturaleza.

Cerca del puente, bajo impresionantes paredes rocosas, se encuentran dos importantes templos. La Ermita de Santa María de la Hoz, cuyo origen se remonta al siglo XIII, fue un refugio muy importante para los peregrinos del Camino de Santiago. Se cree que esta ermita se construyó sobre un templo aún más antiguo y se dice que en su interior guarda frescos coloridos, aunque generalmente está cerrada al público.

Paseo del Molinar

La ruta de las cascadas de Tobera transcurre por la margen derecha del río, con un camino empedrado de fácil acceso. A lo largo del recorrido, se pueden encontrar varios miradores y puentes para admirar las impresionantes cascadas. En la Ermita de Santa María de la Hoz hay un aparcamiento gratuito, y desde aquí se puede empezar el itinerario.

Este sendero de un kilómetro lleva hasta el pueblo de Tobera, donde el río sigue su curso con pequeños saltos y rincones pintorescos. Al final del recorrido, se encuentra uno de los saltos de agua más espectaculares. Desde aquí, se puede regresar al punto de partida por el mismo camino o continuar hasta el encantador pueblo medieval de Frías. Este plan es perfecto para familias con niños o quienes viajan con mascotas, ya que el camino está completamente pavimentado.