Rompiendo la cuarta pared: Películas que se dirigen directamente al espectador

rompiendo la cuarta pared
"Funny games" (Wega films)
Francisco-Eme
  • Francisco-Eme
  • Soy un graduado en Comunicación Audiovisual y Publicidad, que escribe desde su pasión por y para el cine, donde también intento hacerme un hueco como guionista. "Todo lo que puede ser imaginado es real", Pablo Picasso.

Rompiendo la cuarta pared, los directores de cine han conseguido diferentes resultados  y emociones en el público. En este recurso un personaje o varios interrumpen la ficción y mandan un mensaje, mirada o gesto a la cámara. Puede servir narrativamente para generar comedia y también como vía de escape en la que los guionistas, lo utilizan para que el personaje le explique algo a los espectadores de una forma, a menudo, un tanto naif. Estas son algunas películas que se dirigen directamente al espectador.

“Funny Games”

Hasta Michael Haneke, romper la cuarta pared no significaba dejar traumatizado a nadie. El personaje de aul es sin duda, uno de los mayores psicópatas de la historia del cine. Solo él puede, rompiendo la cuarta pared convertimos en testigos de un destino trágico e inevitable. Tiene el control total de la ficción, hasta el punto de poder rebobinar desangeladamente la historia. El director alemán haría él mismo, años más tarde su propio remake americano.

“Deadpool”

¿Es la película que interpela con el espectador más graciosa de la historia? Obviamente sí. La explotación del recurso es una constante en el mercenario bocazas, contando chistes, pensamientos y haciendo bromas internas sobre la producción de la propia película. Aparte de por su calificación R, la inclusión de Deadpool en el Universo cinematográfico de Marvel es poco probable debido a que, el propio personaje perdería totalmente la esencia si no interpelase con el público.

“Alta fidelidad”

Si en el primer ejemplo se rompe la cuarta pared como thriller y el segundo como comedia, este resquebrajamiento de la ficción tiene que ver con el desamor y el drama. En Alta fidelidad, John Cusack reflexionaba en voz alta y mirándonos sobre por qué todo le salía mal en el amor, pero sobre todo por qué le había abandonado su última novia.

“Annie Hall”

Woody Allen utilizaba en Annie Hall este recurso básicamente para compartir sus reflexiones amorosas. La escena concreta en la que más se evidencia que está rompiendo la cuarta pared es en la que el personaje del director se mete con las opiniones de un tipo tiene en la cola del cine. Menos mal que no habló mal de Ingmar Bergman.

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