Preferirás la montaña este verano: Los tiburones más peligrosos del cine
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El séptimo arte ha hecho más por alimentar los miedos sobre el fondo marino que la mayoría de los documentales de La dos. Y es que los tiburones más peligrosos del cine juegan incómodamente con el suspense. Para empezar porque el agua es un lugar donde el ser humano se siente indefenso, algo que incrementa ese terror de jugar en inferioridad de condiciones contra un escualo. Para más inri, en la gran pantalla estos suelen ser de tamaño descomunal.
“Infierno Azul” (2016)
¿Qué bonito y cool que es el surf verdad? Eso debió pensar Black Lively justo antes de quedarse atrapada en una roca dentro del mar a merced de un tiburón algo insistente. La película dirigida por el español Jaume Collet- Serra maneja especialmente la tensión de una trama que carga casi en su totalidad, una fenomenal Lively.
“Deep Blue Sea” (1999)
¿Qué hay peor que un tiburón en el mar? Pues uno súper inteligente fruto de un experimento para curar el alzhéimer. En esta piscifactoría tenían a varios, hasta que uno de ellos desarrolla una fuerza y capacidad analítica que ni el mayor estratega. Más que jugar con el terror, la cinta de Renny Harlin jugaba con la acción y el susto fácil.
“Tiburón” (1975)
Es la película que lo empezó todo. La cinta de Spielberg ha creado cientos de traumas y fobias en detrimento de estos animales, que según dicen ni atacan, ni son tan peligrosos como lo que el mundo de la ficción cuenta de ellos. El enemigo al que se enfrentaban Rob Scheider, Richard Dreyfuss y Robert Shaw es de los tiburones más peligrosos del cine. Tanto, que lo más normal es que hubiesen zarpado con un barco más grande.
“Shark! Arma de dos filos” (1969)
No hay tesoro que compense el embrollo en el que se mete el personaje de Burt Reynolds en esta obra de Samuel Fuller. En la historia, Reynolds es un contrabandista que huye de que lo arresten en Africa. Para esconderse comienza a trabajar como buzo para un biólogo marino. Después de un tiempo se dará cuenta de que el científico quiere engañarle para meterse en un mar lleno de tiburones, guardianes de un gran tesoro.
“Open Water” (2003)
Otro punto que da auténtico pánico es saber que lo que estás viendo en pantalla está basado en hechos reales. El suceso ocurrió en Las Bahamas, un lugar paradisíaco que no lo es tanto de noche y en la oscuridad del mar. La historia de una pareja que por un descuido se queda abandonada en mitad del mar pondrá tenso a más de uno. Quedarse aislado en el mar es ya de por sí terrorífico, pero si además el agua está infestada de los tiburones más peligrosos, la cosa empeorará por segundos.