“Harry Potter” es una película +18 en Hungría por fomentar la homosexualidad

Que la saga de Harry Potter va desde lo más infantil de su primera entrega hasta una versión de cine más adulto es algo que sabemos todos. Ahora, de ahí a catalogarla como una película para mayores de 18 o tipo calificación R hay un gran salto. Pero más allá de la anécdota, esta condición se da en forma de una ley que se ha aprobado en Hungría. Viktor Orbán, primer ministro del país y miembro del partido Fidesz-Unión Cívica Húngara presento una ley que ha salido, recientemente aprobada en el parlamento. Después de su aprobación, Harry Potter es una película +18 en Hungría.

La nueva norma ha sido vista por los colectivos LGTBQ+ y por Amnistía Internacional como una vulneración de los derechos infantiles y de la libertad de expresión. Sin ser ninguna novedad, desde que Orbán alcanzase la presidencia no ha dejado de legislar sobre varias leyes restrictivas para la comunidad homosexual. Con esta última ley, además de prohibir toda manifestación verbal sobre la homosexualidad en los colegios o en la publicidad, todas aquellas películas o series que promocionen tanto la homosexualidad como algún tipo de desviación sexual pasará a formar parte de la categorización para mayores de 18 años. Y es que el presidente de Fidesz, László Köver ya manifestó una cruda comparación entre las parejas homosexuales que van a adoptar con la pedofilia.

El texto de la ley recogido por France 24H dice así: “Se prohíbe todo aquel contenido que represente la sexualidad como un propósito en sí misma o promocione la desviación de la identidad de género (…) o la homosexualidad puedan estar disponibles para menores de 18 años”. En teoría esta ley se ha creado para proteger de la pedofilia a los niños en Hungría, pues el partido presidido por Köver mantiene una clara postura de relación entre el abuso de menores y la homosexualidad. Aparte de la realidad de que Harry Potter es una película +18 en Hungría, otras producciones internacionales de éxito se verán afectadas por la nueva ley, como es el caso de la serie Friends o la película Billy Elliot. El futuro de los estrenos en Hungría vendrá delimitado por las decisiones de las grandes producciones, ya que muchas posiblemente ignoren al país para estrenar sus productos en forma de protesta.