La confesión más dura de Iker Jiménez: «Hoy he tenido bronca con no sé cuántas personas de la cadena»
Jiménez: "Yo, lo reconozco, me he vuelto maniático"
Ana Rosa, espantada ante las últimas palabras de Sánchez: “Ahora el Gobierno quiere colonizar la RAE”
'Renacer' está bien pero Netflix tiene una serie turca que va a destronar a todas las demás

Iker Jiménez, se ha abierto en canal y ha confesado que acababa de pelearse con su equipo: «Hoy he tenido bronca con no sé cuántas personas en la cadena de televisión. No pasa nada. Esto es la selva. Así debe ser. Las tenía en la radio. En la revista. En las editoriales [risas]. Es así. Lo que pasa que yo tengo bronca siempre -o casi siempre- por el mismo motivo». Y así, el presentador de Mediaset ha explicado su intensa manera de trabajar y cómo no soporta a los que no lo dan todo y dañan al resto. Y es que, para él, lo más importante es el compromiso con su profesión y exige a los demás lo que él mismo da.
«No creo que alguien pueda decir que yo no trabajo. Otras cosas no sé. Pero que no doy mi 100% cuando trabajo… eso no», ha continuado Iker en su texto para luego aclarar: «Cuando te acostumbras a eso… pues quien da el 50% o el 60% te parece poco. Y chocas, inevitablemente. Aunque sea de los tuyos. Y si no es de los tuyos, imagínate. No soporto la gente que toma atajos, que se escaquea. Y abunda. En todos los ámbitos».
«A veces pasa que un trabajo de mucho esfuerzo sale peor por una sola persona. Por una sola actitud. Por alguien que da a un botón, sube o baja un micro, lanza una imagen. El trabajo de mucha gente entregada. Y entonces se me nubla hasta la vista. Me entra como una furia. No lo aguanto. Yo, lo reconozco, me he vuelto maniático. Exijo lo que yo hago. No sé si os ocurre. A lo mejor exagero. No lo sé», ha continuado Jiménez
El presentador de Cuarto Milenio reconoce que: «Pero como siempre pienso que lo único que yo tengo es mi trabajo… lo defiendo. No me verán llegar evitando trabajar o yéndome antes que otros. No. A un equipo hay que contagiarle eso. Yo les digo siempre que nosotros no tenemos una industria, una fábrica. Algo sólido. Nosotros tenemos algo etéreo. Como un castillo en las nubes. Casi un espejismo que invocan miles de amigos. Un ensalmo. Y debemos dar todo para encantar a quienes nos mantienen ahí».
Además, Jiménez admite que: «Aquí nadie regala nada. Nadie. Y quien lo crea, está más muerto que vivo. Es lógico que en grandes estructuras, en equipos numerosos, en el éxito continuado, pues a veces no todos piensen como uno. Es la vida. A veces uno también falla, claro. Entonces me cabreo también. No me verán decir que la culpa es de otro cuando es mía. Hoy mismo creo que he hecho una elección mala en el tempo del programa, en la estructura. Y es culpa mía. Claro. Qué rabia. Reconozco que no soporto un ruido, una bolsa, mirar un móvil, que no se preste atención. Eso cuando se está en vivo. O grabando».
Y para finalizar ha escrito: «Puede que sea un problema. Porque en todas las estructuras hay quienes pretenden tener éxito, pero trabajar menos. O pasando por encima errores propios y ajenos. Disimulando. Y no. Yo no pienso así. ¿Y tú? Esto no lo he contado muchas veces. Creo ser alguien afable. Y con mucho sentido del humor. Aunque igual mi equipo piensa distinto. Pero me hierve la sangre y tengo muchas broncas por el trabajo. Y siempre es porque considero que la gente no da su 100%. Me da rabia. A lo mejor el problema es mío. O tuyo, si te ocurre a ti. O a lo mejor no es un problema y el éxito es gracias a esa actitud. Vaya misterio».
Temas:
- Cuatro
- Iker Jiménez
- Mediaset