He probado el Roborock Saros 10 R y es un robot aspirador tan delgado que se mete por todos sitios
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Cada vez hay menos excusas para no tener la casa impecable. Los robots aspiradores han pasado de ser un capricho tecnológico a una herramienta de limpieza cotidiana, cada vez más eficiente, silenciosa y autónoma. Lo interesante es ver cómo marcas como Roborock siguen encontrando margen para innovar en un sector que parecía haber tocado techo. El nuevo Roborock Saros 10 R es una buena muestra de ello: ofrece un diseño ultradelgado con una potencia sorprendente y una inteligencia de navegación que roza la precisión de un ser humano. Está pensado para quienes buscan un robot que limpie de verdad y que, además, se encargue de todo lo demás sin depender del usuario.
Así es el Roborock Saros 10R
Especificación | Detalle |
---|---|
Altura | 7,98 cm (el más delgado de Roborock) |
Sistema de navegación | StarSight Autonomous System 2.0 (LiDAR 3D ToF con doble emisor) |
Potencia de succión | 19 000 Pa HyperForce |
Cepillo principal | DuoDivide Anti-Tangle (certificación TÜV y SGS) |
Cepillo lateral | FlexiArm Riser Liftable Side Brush (certificación TÜV) |
Diseño elevable | Chasis AdaptiLift + cepillo + mopa + side brush elevables |
Altura de obstáculos | Hasta 4 cm |
Base de autolimpieza | Dock 10 en 1 con lavado a 80 °C y secado a 55 °C |
Compatibilidad | Alexa, Google Home, Siri, Matter |
Certificaciones | Privacidad TÜV Rheinland y cumplimiento ETSI EN 303 645 |
Primeras impresiones
Lo primero que llama la atención del Roborock Saros 10 R es su perfil, apenas 7,98 centímetros de alto que le permiten colarse bajo sofás, camas y muebles donde otros no llegan. Ese diseño tan fino no es un simple truco estético, sino una mejora real que cambia la forma en que limpia. Gracias a esa altura tan reducida, cubre zonas que antes quedaban fuera del alcance de cualquier robot, lo que da lugar a una limpieza más completa y uniforme incluso en habitaciones repletas de muebles.
El acabado transmite calidad desde el primer vistazo. Roborock ha refinado su aspecto para hacerlo más discreto y amigable, con líneas suaves y un tono elegante que encaja en cualquier tipo de salón. En movimiento, resulta silencioso y sorprendentemente ágil: gira con precisión milimétrica, evita las patas de las sillas y detecta cables finos sin enredarse. Esa sensación de que el robot entiende el entorno es justo lo que marca la diferencia frente a generaciones anteriores o modelos de otras marcas que aún se mueven con torpeza.
Su nueva cámara y el sistema de navegación StarSight Autonomous System 2.0 trabajan de forma tan coordinada que uno tiene la sensación de estar viendo a un dispositivo realmente consciente de su entorno. Es capaz de frenar ante un obstáculo inesperado, identificar su tamaño y cambiar el rumbo sin golpear nada. Incluso de noche, sin apenas luz, mantiene la precisión y reconoce objetos pequeños gracias a su tecnología 3D ToF con doble emisor.
Una inteligencia que ve en tres dimensiones
El salto generacional está en su sistema de visión y navegación. El StarSight Autonomous System 2.0 utiliza un sensor LiDAR 3D ToF de doble emisor con 21 600 puntos y 38 400 Hz de frecuencia de muestreo. En la práctica, eso se traduce en una percepción tridimensional del entorno mucho más precisa. Puede moverse entre muebles con patas finas, bordear obstáculos diminutos de apenas 2 × 2 centímetros y seguir funcionando incluso en la oscuridad.
Además, la tecnología VertiBeam Lateral Obstacle Avoidance corrige uno de los puntos débiles habituales: el reconocimiento de paredes y objetos laterales. Ahora detecta irregularidades en bordes o zócalos con una precisión que evita los típicos choques. Durante mis pruebas, incluso ha sido capaz de limpiar a lo largo de cables sin engancharse, algo que ningún robot anterior había logrado tan bien. Es el sistema de navegación más avanzado que he visto en un modelo doméstico, y se nota tanto en la cobertura como en la rapidez con la que completa cada recorrido.
Potencia y control absoluto
Los 19.000 Pa de succión son impresionantes. El Saros 10 R recoge polvo, pelo y partículas grandes sin esfuerzo, tanto en suelos duros como en alfombras. La combinación de fuerza y cepillos anti-enredos le da una eficiencia máxima. En mi casa, donde habitualmente se encuentran mis hijas, ambas con pelo largo, he podido notarlo.
El DuoDivide Main Brush es un sistema doble que mueve el pelo hacia el centro y lo aspira directamente, mientras que el FlexiArm Side Brush evita que nada se acumule en los bordes. Ambos están certificados por TÜV y SGS, lo que garantiza que realmente no se enredan. Lo curioso es que, incluso en sesiones largas, la potencia no se viene abajo, la gestión del motor mantiene el rendimiento estable y sin ruido excesivo.
AdaptiLift: la clave del movimiento perfecto
Roborock ha incorporado su nuevo chasis AdaptiLift, capaz de elevar el cuerpo hasta 10 mm y superar umbrales de hasta 4 cm. Esto no solo impide que el robot se quede atascado, sino que también permite limpiar alfombras de pelo medio sin mojar el tejido. La suspensión variable adapta la presión según la superficie y recuerda los obstáculos para actuar mejor la próxima vez.
Esta flexibilidad se completa con su sistema de cuatro elementos elevables: chasis, cepillo principal, cepillo lateral y mopa, cada uno de los cuales se ajusta automáticamente según la tarea (aspirar, fregar, moverse sobre alfombras o volver a la base). Es un avance que mejora el flujo de limpieza, evitando zonas húmedas en moquetas o bordes mal fregados.
La base 10 en 1: un ecosistema completo
Lo que diferencia al Saros 10 R no es solo el robot, sino su Dock 4.0, una auténtica estación de mantenimiento. Lava las mopas con agua caliente a 80 °C, las seca con aire templado a 55 °C, vacía el polvo, rellena el depósito con agua limpia y dosifica el detergente. Incluso detecta si el agua está demasiado sucia y repite el lavado automáticamente.
El nivel de automatización es total, tras cada sesión, el robot se encarga de todo sin intervención. Además, incluye carga rápida (un 40 % más veloz que antes) y la posibilidad de programar recargas en horas valle para ahorrar electricidad. El resultado es una experiencia de limpieza en la que literalmente no hay que hacer nada más que vaciar el tanque de agua cuando te lo pide
Limpieza más precisa con IA y patrones cruzados
La gran novedad es el modo SmartPlan 2.0, que utiliza inteligencia artificial para adaptar cada sesión. Si detecta que una estancia lleva tiempo sin limpiarse, refuerza la potencia; si es una zona de descanso, reduce el ruido y trabaja en modo silencioso. Además, estrena un patrón cruzado que pasa dos veces por el mismo punto, pero en direcciones perpendiculares, garantizando un fregado más profundo. En la práctica, deja el suelo con un brillo visible y una sensación de limpieza real, incluso en suelos de cocina con manchas secas.
Control por voz, incluso sin internet
Una de las novedades más curiosas es la función “Hello Rocky”. Aunque el Wi-Fi esté caído o la app no funcione, puedes hablar directamente con el robot: “Hello Rocky, limpia la cocina” o “Hello Rocky, no limpies aquí”. El reconocimiento es rápido y natural, sin depender de servidores externos. Por supuesto, también se integra con Alexa, Google Home, Siri y Matter, lo que permite automatizar rutinas con otros dispositivos del hogar, como encender luces o activar purificadores cuando el robot inicia su tarea.
Una app que da control total
La aplicación de Roborock es, probablemente, una de las más completas que existe en el segmento de robots aspiradores. No se limita a mostrar un mapa o iniciar la limpieza: permite controlar absolutamente todo. Desde la intensidad de aspiración o el nivel de agua, hasta la secuencia exacta de tareas, por ejemplo, aspirar primero y fregar después. Se pueden guardar rutinas personalizadas para cada habitación, activar modos de limpieza profunda o rápida e incluso crear automatizaciones que ajustan la potencia según el tipo de suelo.
Valoro especialmente el sistema SmartPlan con IA, que analiza las zonas más sucias y adapta la estrategia de limpieza sin que tengas que tocar nada. Además, el mapa 3D es muy preciso y permite ver en tiempo real cómo se mueve el robot, dividir o fusionar estancias, y programar limpiezas específicas en función del momento del día. Todo ello con una interfaz clara, amigable y perfectamente traducida al español. Ofrece un control total del Saros 10R, hasta el punto de que puedes diseñar una rutina distinta para cada rincón de la casa y dejar que la app haga el resto.
Privacidad y confianza certificadas
Roborock ha cuidado el apartado de seguridad digital. El Roborock Saros 10 R no almacena imágenes ni datos sensibles, y está certificado por TÜV Rheinland bajo la norma ETSI EN 303 645, el estándar más exigente para dispositivos de hogar inteligente. Esto le da un plus de confianza frente a otros modelos que usan cámaras con grabación en la nube. Además, todas las comunicaciones están cifradas y la información de mapeo se almacena de forma local en el dispositivo, algo que los usuarios más preocupados por la privacidad valoran.
Una experiencia que se nota en cada uso
Tras semanas de uso, el Roborock Saros 10 R me ha convencido por tres motivos: su diseño ultradelgado, su inteligencia real en navegación y una base que se encarga absolutamente de todo. Es un robot que limpia sin dejar rastros, sin enredarse y sin pedir atención. Su paso bajo los muebles, su forma de moverse por la casa y su app tan completa hacen que uno se olvide de estar ante una máquina, simplemente trabaja y lo hace bien.
El Roborock Saros 10 R está disponible en su web oficial a un precio promocional del 1049 euros y en Amazon, momento en el que se puede aprovechar la oferta de la Fiesta de Ofertas Prime. Roborock ha logrado un equilibrio entre potencia, precisión y comodidad que redefine lo que entendemos por limpieza autónoma. Y todo, en un cuerpo tan fino que cabe donde ningún otro llega.