Asesinato

El Supremo decide hoy sobre el recurso de ‘el rey del cachopo’ por el asesinato de su novia

Rey del Cachopo
El Supremo revisa hoy la condena del Rey del Cachopo
Luis Miguel Montero

El Tribunal Supremo revisa este miércoles a puerta cerrada el próximo 14 de diciembre la condena de 15 años de cárcel a César Román Viruete, el rey del cachopo, por el homicidio de su pareja sentimental Heidi Paz en agosto de 2018 en Madrid. Román fue condenado por la Audiencia Provincial de Madrid y la pena ratificada por el Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM). Ahora el Supremo decidirá sobre el recurso presentado por su defensa y sea cual sea su decisión permitirá a la familia de Heidi Paz llevarse por fin el cuerpo a Honduras y darle sepultura.

El recurso de Román Viruete contemplaba que el laboratorio que hizo los análisis de ADN del cuerpo de la asesinada no tenía la certificación pertinente de la ENAC y eso pone en duda que el ADN perteneciera a la víctima en un 99,9%.

También insiste en que no se investigó la desaparición de unos hipotéticos pasaportes falsos y de las tarjetas de crédito que, según Román, Heidi tenía a su disposición, en consonancia con la hipótesis de la defensa de que la mujer fue asesinada por asuntos de narcotráfico que nunca resultaron probados. La única prueba que aportó Román sobre este asunto fue su propio testimonio, aunque nunca fue sustanciado en una declaración ante la Policía ni ante la juez que instruyó el caso, a pesar de que se le ofreció la posibilidad de hacerlo. La defensa de Román mantiene que estas alegaciones, junto con el resto, anularían la condena sobre el rey del cachopo. La Fiscalía junto a las acusaciones populares y de la Comunidad de Madrid se opusieron.

El cuerpo de Heidi Paz, pareja del rey del cachopo, se halló en agosto de 2018 dentro de una maleta propiedad del condenado que estaba en el interior de una de las dos naves que alquilaba en Madrid. En la sentencia, se considera culpable a César Román de asesinar y descuartizar a la víctima tras no aceptar que ella quisiera acabar con la relación sentimental que mantenían. Aunque nunca se encontró el resto del cuerpo sí se probó que Heidi murió a manos del acusado, y que éste tras trasladar el torso a una nave de su propiedad lo roció con sosa cáustica y le seccionó las mamas para destruir los números de serie de las prótesis que hubieran permitido identificar antes a la víctima, después intentó quemarlas y el humo que salía de la nave hizo que el portero del edificio colindante de viviendas llamase a los bomberos.

En la condena jugaron un papel relevante la identificación del cadáver de la víctima a través del ADN o la declaración del taxista que llevó al rey del cachopo hasta la nave junto con la maleta e incluso la llamada que hizo para pedir un taxi. La falta de más pruebas impidió una condena más elevada para el homicida, tal y como pedía la familia de Heidi y la acusación popular de la Comunidad de Madrid.

Ahora el Tribunal Supremo revisa esa condena. Mientras, la familia de la víctima sigue sin poder recibir los restos de su hija cuatro años después, ya que permanecen en el Instituto de Medicina Legal de Valdebebas, al negarse la defensa de Román a la entrega del cuerpo a los familiares de la fallecida, por considerar que esos restos podrían ser útiles para la defensa del rey del cachopo.

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