CRIMEN EN CANTABRIA

Los menores de Castro Urdiales mataron a su madre a puñaladas en su casa y la escondieron en el coche

Los menores alteraron la escena del crimen para intentar ocultar el asesinato

Intentaron simular que los habían secuestrado en Castro Urdiales

menores Castro Urdiales
La catequista Silvia L. con sus dos hijos, ahora detenidos.

La Guardia Civil ya ha averiguado que los dos hermanos menores de edad detenidos en Castro Urdiales (Cantabria) por matar a su madre, la acuchillaron en el cuello y por la espalda dentro de la vivienda familiar, escondiendo el cuerpo en los asientos traseros del coche que estaba aparcado en el garaje. Tras huir de la escena del crimen intentaron fingir que habían sido secuestrados.

Según fuentes judiciales a las que ha tenido acceso OKDIARIO, el primer análisis de los forenses sitúa la muerte de la mujer de 48 años entre las 19:00 y 20:00 horas de la tarde del miércoles y los presuntos autores no huyeron rápidamente.

Según una primera reconstrucción, el crimen tuvo lugar en la vivienda. Allí, tras una discusión por asuntos familiares, uno de los hermanos apuñaló a su madre en el cuello, por la espalda y de forma sorpresiva. Luego, supuestamente entre ambos, bajaron el cuerpo al coche aparcado en el garaje y lo metieron en los asientos de atrás tapándole la cara con una bolsa de plástico.

Los menores fingieron su secuestro

Los dos menores de Castro Urdiales, de 15 y 13 años, huyeron en dirección al mar, hacia el Parque Cotolino, recorriendo aproximadamente un kilómetro de distancia, cuando recibieron la llamada de su abuela, preocupada porque no podía contactar con la madre.

En esa llamada de teléfono, crucial para la resolución del caso, los menores le dijeron que «algo había pasado con su madre y les habían secuestrado».

Alertados por la familia, los especialistas de la Guardia Civil llegaron de inmediato a la casa familiar, hallando el cuerpo de la madre dentro del coche. La mujer estaba maniatada y sufría una fuerte punzada en la parte trasera del cuello con un objeto afilado.

El vehículo estaba sin freno de mano, se había detenido contra uno de los muros del garaje, no se sabe si porque abandonaron el lugar apresuradamente o para alterar el escenerio del crimen, ya que el cuerpo había sido trasladado por los menores hasta el garaje.

El padre estaba trabajando

Muy pronto, la Guardia Civil descartó que se tratara de un caso de violencia de género, ya que el padre estaba trabajando en aquel momento en Bilbao y no se hallaba en la vivienda ni alrededores. Tras constatar la ausencia de los niños, activaron varios controles y una búsqueda generalizada para localizar a los dos menores.

Sólo unas horas después, y sin que hiciera falta la investigación de los teléfonos móviles de los menores, a la que el juez del caso accedió de inmediato, la Guardia Civil fue capaz de dar con ellos con rapidez tras detectarlos escondidos entre los acantilados del Parque Cotolino.

Uno de ellos se entregó sin intentar huir, el otro escapó a la carrera hasta que fue detenido más de 40 minutos después.

Los menores admitieron los hechos

Allí mismo, los menores confesaron de forma espontánea ante los guardias civiles que eran los responsables de la muerte de su madre, tan sólo unas horas antes.

Tras un primer análisis del crimen, los investigadores sospechan que el mayor de los dos hermanos de Castro Urdiales cometió el crimen de su madre, aunque el menor estuvo presente durante toda la gestación del suceso. Un crimen que no creen premeditado.

Ambos menores de edad han pasado a disposición de la Fiscalía de Menores que ha decretado ya el ingreso en un centro del menor de ellos de 13 años de edad. Fuentes judiciales confirman que la Guardia Civil prácticamente tiene el caso cerrado, conoce el móvil del crimen y ha reunido evidencias suficientes para completar la investigación que señala a los dos hermanos como culpables del asesinato de su madre, Silvia L. una conocida catequista del municipio muy valorada por sus vecinos.

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