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Lo que Netflix no cuenta del caso Mario Biondo: los extraños gastos de su tarjeta en un club de alterne

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Luis Miguel Montero

La trágica muerte del cámara Mario Biondo en 2013, esposo de la presentadora Raquel Sánchez Silva, llega a las pantallas de la plataforma Netflix este próximo 3 de agosto en una docuserie de 3 capítulos que ya ha generado controversia antes de estrenarse. La familia de Biondo se ha opuesto a la serie tras conocer que detrás de la misma estaba el antiguo productor de Sánchez Silva y, al mismo tiempo, han puesto una denuncia contra dos personas en un juzgado madrileño para tratar de esclarecer las circunstancias de la muerte de Mario Biondo, archivada como un suicidio en España y considerada un asesinato en Italia. La familia denuncia que la serie no recoge las contradicciones como la hora de la muerte dictada por la autopsia particular que encargaron y una llamada posterior desde el teléfono móvil de Biondo, así como los gastos de la tarjeta del fallecido en un club de alterne, Baronet, que jamás había sido frecuentado por el cámara y que nunca se presentaron ante la Policía.

La serie se titula Las últimas horas de Mario Biondo y en ella se intentará reconstruir lo ocurrido durante el 29 de mayo y la madrugada del día 30 hasta el fallecimiento del cámara italiano. Los dos informes forenses situaron la hora del fallecimiento entre las 12:00 de la noche del 29 de mayo y 1:05 de la mañana del 30 de mayo. Durante ese período, la pareja se cruzó varias llamadas telefónicas. Sin embargo, Raquel Sánchez Silva habría recibido una llamada desde el teléfono de Biondo a las 4:25 de la madrugada, que la presentadora no atendió porque dormía en Plasencia (Cáceres).

Si Mario llevaba más de tres horas muerto, ¿quién hizo la llamada desde su número de teléfono? El forense español dijo in situ que la muerte había ocurrido a las 4:00 de la madrugada, aunque luego por escrito dijo que había sido a las 6:00 de la madrugada. El mismo forense tampoco advirtió un golpe en el occipital derecho del fallecido que sí lo encontró el forense italiano, al igual que restos de carne en su estómago que tampoco encontró. El forense español nunca abrió el cráneo ni el estómago de la víctima, ni reflejó en su informe el rigor mortis del cadáver cuando fue encontrado, algo que sí hizo la facultativa del SUMA madrileño, que cuando acudió dijo que el cadáver estaba frío desde hacía varias horas.

Los hechos

El 30 de mayo de 2013 a las 12 de la mañana la limpiadora del apartamento de Biondo y Raquel Sánchez Silva deambulaba en estado de shock diciendo incoherencias por la calle hasta que una patrulla de Policía Municipal la escuchó y fueron los primeros en llegar al domicilio de la pareja. Había encontrado al fallecido colgado de una estantería en el pasillo.

Un día antes, el día 29 de mayo sobre las 19:00 horas la presentadora y su marido discutieron, supuestamente, porque Raquel se quería quedar embarazada y le habría pedido a Mario que dejase de consumir drogas para lograrlo. Eso es lo que declaró la mujer durante la investigación del caso de manera oficial.

Luego el relato oficial continúa con que Sánchez Silva y Biondo hicieron las paces y la presentadora salió de viaje sobre las 20.15 de la tarde hacia Plasencia porque al día siguiente se había comprometido con su tío para llevarlo al hospital. La mujer habría llegado a Plasencia entre las 11 y las 12 de la noche de aquel día.

A las 20 horas, 20 minutos y 23 segundos quedó registrada una llamada de Mario a un tal N. L., supuestamente su camello. A las 20 horas, 20 minutos y 47 segundos hay otra llamada del fallecido a un número sin identificar, cuya titularidad permanecerá como «desconocida», aunque luego se averiguó que era una empresa de Baleares. N. jamás fue llamado a declarar en España, aunque sí lo hizo en Italia en la corte de Palermo.

Mientras tanto, una vecina del matrimonio dijo que se había encontrado al cámara a las 20.30 horas saliendo a la calle y calificó la actitud de Mario ante la Policía como «distante». La testigo, sin embargo, luego declaró ante dos fiscales italianos que intentaban reabrir el caso que Mario fue muy amable y que estuvieron conversando sobre la idea de sacar el perro de la mujer en su ausencia.

Poco después Mario habría sacado 110 euros de un cajero automático cercano, dinero que nunca fue encontrado al igual que las imágenes de él sacando ese dinero tampoco fueron rescatadas y habría regresado a su casa.

Según la versión oficial, Mario Biondo salió de su casa de nuevo a las 12 de la noche y entró en un club de alterne, el Baronet, donde permanecería hasta las 2:00 de la madrugada. El encargado del local así lo atestiguó, sin embargo, la familia del cámara puede demostrar que en aquellas fechas lo que había era… una encargada y que Biondo jamás había entrado en aquel local, a pesar de que varios movimientos en su tarjeta de crédito así lo demostrarían. Este dato tampoco concuerda con la data de su muerte, entre las 00:00 y la 1:05 de la madrugada realizada por la investigación de la familia, pero el gasto de la tarjeta sí existió. De ser así, entonces alguien tuvo que hacerla por Biondo.

Proyectos

También está probado que entre las 21.34 horas y las 00:05 horas de aquellos días Biondo estuvo hablando por Facebook con su hermano y su hermana. En aquella conversación habría hablado de futuros proyectos y habría comentado el viaje de su esposa a Plasencia. Todo aparentemente normal, sin signos ni indicios de un suicidio.

Otra vecina sostuvo ante la Policía que sobre las 00:00 horas escuchó gemidos y «exhalaciones» de hombre en el apartamento de Biondo peor que se fue de fiesta entre la 1:05 de la madrugada y que cuando volvió la luz del apartamento de la pareja permanecía encendida, pero no escuchaba nada.

A las 00:05 minutos se produce la primera llamada de Sánchez Silva a su marido, esta llamada se repite a las 0:51 horas y de nuevo a la 1:05 horas y así hasta las 4:15 horas cuando la esposa recibe la respuesta de Biondo a su llamada. La familia de Biondo cree que ésta última llamada fue fingida, ya que la autopsia particular que encargaron decía que a esa hora Mario ya estaba muerto.

Para Óscar Tarruella, perito judicial contratado por la familia y que realizó dos informes para la Justicia italiana, en 2020 y 2021, y contribuyeron a investigar en Italia el caso, que fue archivado aunque declarado como asesinato, cree que «los gastos de la tarjeta se hicieron tras la muerte de Mario» y «no me creo que los investigadores del Grupo VI de Homicidios de Madrid que tienen muchos éxitos detrás de su historia no pidieran las cámaras del cajero automático, ni de las calles por donde pasó supuestamente Mario aquella noche» y una pregunta «¿dónde está el atestado que realizó la Policía Nacional y por qué esa parte de su expediente jamás fue enviado a las autoridades italianas?»

Quizás tengamos la respuesta dentro de poco si la familia Biondo decide realizar su propio documental con las pruebas a las que no han podido acceder los documentalistas de Netflix.

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