Encuentran el cadáver de una bebé en una cinta transportadora de una empresa de Cáceres
El cadáver ha sido encontrado por unos trabajadores de la central de residuos
El cuerpo ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal para realizarle la autopsia
El juzgado ha decretado el secreto de sumario en relación al suceso
El cadáver de una recién nacida ha sido encontrado este lunes en una cinta transportadora del centro de residuos del Ecoparque situado en la localidad de Mirabel, en Cáceres. El hallazgo del cuerpo se ha logrado por medio de unos trabajadores del centro, quienes lo encontraron con el cordón umbilical aún.
Según apuntan las primeras hipótesis de las autoridades, el bebé «pudo ser arrojado a un contenedor cualquiera y pudo haber llegado al centro de residuos transportado por un camión que, presumiblemente, recogió los residuos del contenedor en el que se encontraba».
Tras avisar a las autoridades «el cadáver ha sido trasladado al Instituto de Medicina Legal de Cáceres (IML) para practicarle la autopsia», según informan fuentes de la Guardia Civil. La Unidad Orgánica de Policía Judicial (UOPJ) de la Comandancia de Cáceres se ha hecho cargo de la investigación de los hechos.
Tras este terrible suceso, el juzgado ha decretado el secreto de sumario en relación al hallazgo del cuerpo sin vida del bebé recién nacido. Así lo ha confirmado el alcalde de Mirabel, Fernando Grande, quién ha informado a los medios que este suceso ha provocado un «gran malestar y consternación» en la localidad de 650 habitantes y cuyo ecoparque da servicio a 95 municipios del norte extremeño y trata unas 51.000 toneladas de residuos al año
«Tenemos muy poca información porque se ha decretado el secreto de sumario, pero según nos han comentado el bebé fue encontrado pasadas las 16:30 horas de este lunes en una cinta de triaje del ecoparque y ahora se está investigando de donde puede proceder», ha apuntado el primer edil.
Otro bebé muerto en Toledo
Otro suceso similar relacionado con la muerte de un bebé recién nacido tuvo lugar en Mocejón, en Toledo, cuando el pasado 18 de enero la Guardia Civil encontró en un contenedor el cuerpo sin vida de un infante con el cordón umbilical.
En un principio la madre del bebé acudió a un centro médico sangrando por la zona genital, de allí la derivaron al Hospital Universitario de Toledo, a 20 kilómetros, debido a la gravedad de su estado. La voz de alarma de que algo no andaba bien la dio la ginecóloga que trató a la mujer, ya que la ginecóloga aseguraba que la madre «había dado a luz recientemente», aunque la mujer lo negaba constantemente.
Por este motivo, y cómo dicta el protocolo, la sanitaria alertó a la Policía Nacional de lo sucedido. Los agentes, a su vez, puso en conocimiento a la Guardia Civil, que se hizo cargo del caso y se personó en el domicilio de la sospechosa.
Debido a la negativa de la madre a hablar con los investigadores, los agentes pudieron saber a través del otro hijo de la mujer, que es menor de edad y cuya edad no fue especificada, que la madre acababa de parir y que ambos habían tirado al infante al contenedor. El feto tenía aproximadamente 38 semanas de gestación y pesaba alrededor de dos kilos y medio. La mujer ha asegurado que fue ella misma la que confirmó a los agentes el contenedor donde había tirado los restos en los que «no había feto, sólo una bolsa llena de sangre».