La Policía detiene pistola en mano a un conductor tras una persecución al límite por el centro de Madrid

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Todo fue para evitar que la policía le multara por conducir borracho. El sospechoso, al detectar la presencia policial optó por la decisión más peligrosa para él y para el resto de turistas y peatones que en la tarde del martes paseaban por el centro de la capital.

Sucedió antes de las 18:00 horas . El conductor, español de 39 años, a ver a los agentes tomó la calle Amparo en dirección contraria con la intención de darse a la fuga desoyendo los gritos de los policías que le conminaban a detener el monovolumen que conducía de forma temeraria.

Lejos de detener la marcha, el conductor pisó el acelerador y arrancó una huida al límite recorriendo dos kilómetros del centro de Madrid con desprecio absoluto por la vida de los cientos de peatones que a esas horas recorrían sus calles. No le detenían ni las direcciones prohibidas, ni las aceras, ni los contenedores de basura. Los policías municipales que le perseguían estuvieron a punto de detener el vehículo en dos ocasiones, la última a la carrera aprovechando los problemas para maniobrar por la acera del conductor enloquecido que les precedía. En su loca carrera estuvo a punto de atropellar a un menor al que su padre tuvo que apartar de un empujón de la trayectoria del fugado, o golpear con su coche a varios peatones que circulaban por la acera.

Ni siquiera un bolardo de piedra de la Plaza del Humilladero consiguió detener al fugado, arrolló el pequeño monolito y lo arrastró una decena de metros, sordo a los gritos de los policías que le daban una y otra vez el alto, por fin tras dos kilómetros de recorrido volvió a chocar esta vez contra un bolardo metálico que frenó en parte su marcha. Justo el tiempo suficiente para que cuatro policías municipales, como pueden ver en estas imágenes publicadas por OKDIARIO, le abordan pistola en mano y le sacan sin contemplaciones del vehículo deteniéndole en el acto.

A los policías les dijo “había tomado cuatro cervezas y como tengo antecedentes penales me puse nervioso y arranqué”. Tuvo 15 minutos para arrepentirse, los 15 minutos que duró la persecución, pero no lo hizo. Y ahora, por intentar evadir una sanción por conducir borracho, tendrá que enfrentarse a dos delitos más. Los agentes municipales le trasladaron detenido a las dependencias de la calle Plomo donde salió en libertad  hasta juicio acusado de los delitos de oponerse a la prueba de alcoholemia, conducción temeraria y un delito contra seguridad vial por haber puesto en peligro las vidas de los peatones.

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