ACCESIBILIDAD E INCLUSIÓN

Lectura fácil: Inclusión a través de la literatura

Para más del 30% de la población, que tiene discapacidad intelectual o trastornos neuropsicológicos, la literatura y la cultura resulta, a menudo, inaccesible

La ‘lectura fácil’ es un método que recoge pautas y recomendaciones para transformar los textos y hacerlos accesibles a personas con dificultades lectoras

CLUB LECTURA FÁCIL

Cada quince días, Paola, Gabi, Álvaro, José María, Vanesa, Javier, Esther y Sergio se reúnen en la Biblioteca María Zambrano, situada en el madrileño distrito de Tetuán, para darse cita en su club de lectura. Actualmente están leyendo Grandes Esperanzas de Charles Dickens y Viaje al centro de la tierra de Julio Verne.

Se suele decir que leer es soñar con los ojos abiertos, que es viajar sin moverse del sitio, que leer nos humaniza, nos educa y nos conecta, pero para estas ocho personas, y para más del 30% de la población que, como ellos, tiene discapacidad intelectual o trastornos neuropsicológicos, la literatura, la cultura, e incluso la comunicación resulta, a menudo, inaccesible.

Para este fin precisamente, para acercar la palabra escrita en todas sus formas a las personas con dificultades lectoras, surgió hace unos años la lectura fácil, un método que recoge pautas y recomendaciones para transformar los textos y hacerlos accesibles, y con ella, los Clubes de lectura fácil: espacios seguros en los que personas con distintas capacidades, y con la guía de un monitor, pueden leer juntos un libro adaptado, al tiempo que potencian sus habilidades sociales y despiertan su imaginación.

Lectura fácil: adaptar los textos a todas las capacidades

La Lectura Fácil (LF) no resume el texto original, ni lo convierte a un lenguaje infantil, sino que acorta frases y evita metáforas y comparaciones que puedan dar lugar a error. El proceso de adaptación consiste en contar exactamente lo mismo, pero con palabras más sencillas incluyendo además acotaciones, imágenes y pictogramas para facilitar la asociación de ideas.

De hecho, la lectura fácil no está pensada únicamente para personas con discapacidad intelectual o deterioro cognitivo, sino que también es útil para personas mayores, inmigrantes que no conocen del todo el idioma e incluso, tal y como explica Rocío Pérez-Fajardo -una de las dinamizadoras encargadas de la validación de textos adaptados de la Asociación Afanias-, para «cualquier persona que necesite entender un texto jurídico, o demasiado técnico».

El trabajo de Rocío consiste en supervisar a los validadores: un grupo de personas con discapacidad que comprueban de primera mano si los textos son accesibles antes de ser publicados. «No hay mejor prueba de que un texto está bien adaptado, que el hecho de que las personas a las que está destinado lo comprendan», explica desde el Centro Ocupacional Las Victorias, desde donde también guía el club de lectura fácil.

Libro adaptado a Lectura Fácil @Afanias

En este centro, gestionado por la Asociación Afanias (una organización referente en la atención a las personas con discapacidad intelectual en todas las etapas de su vida, y que lleva desde 1964 coordinando centros y servicios), el club de lectura es la iniciativa que más éxito tiene.

«Tenemos 50 usuarios en el centro y prácticamente todos quieren ir a la biblioteca a leer, por eso cada 3 meses el grupo cambia de participantes. Ahora tengo a 30 porque no puedo meter a más», asegura Rocío, remarcando la necesidad de que la lectura fácil esté cada vez más presente en la sociedad.

De hecho, ya se han adaptado textos oficiales como la Constitución española, y es cada vez más común poder encontrar guías accesibles en sitios turísticos, como esta del Museo del Prado. Gracias a la labor de asociaciones como Afanias, las personas con discapacidad pueden acceder ahora también a manuales para realizar trámites burocráticos, a programas electorales, y hasta a un directorio de prospectos de medicamentos adaptados.

Además, la labor que ahora mismo atiende Rocío y que asegura que la tiene «emocionada» es contribuir junto a su equipo en la validación de las palabras que componen el primer diccionario online en lectura fácil. Una iniciativa de Plena Inclusión Madrid (la Federación de Organizaciones de personas con discapacidad intelectual, o del desarrollo, de la Comunidad de Madrid), que ya cuenta con más de 3.000 entradas.

 

Narrativa accesible para personas con dificultades lectoras

La lectura fácil democratiza la cultura y hace posible que personas con discapacidad puedan engancharse a la lectura. Por eso, las editoriales La Mar de Fácil y Adapta Editorial, apostaron por abrir un mundo literario adaptado -lleno de clásicos- a autores contemporáneos, obras originales y público infantil.

«Hace falta más narrativa accesible a personas con dificultades lectoras», asegura Raquel Pineda, una de las editoras de estas dos firmas que desde 2008 han publicado ya más de 200 títulos en castellano, catalán, gallego y euskera. «La dificultad está muchas veces en intentar conseguir los derechos de adaptación. A menudo nos es imposible pagar los avances de derechos desmesurados que nos solicitan, teniendo en cuenta el tipo de editorial que somos y los precios de nuestros libros», lamenta.

Sobre si los autores son reacios a que se toquen sus textos, Pineda asegura que en general han tenido suerte, y que «la mayoría de ellos se han mostrado dispuestos y satisfechos con el resultado final», aunque en algún caso el autor sí que se ha negado a que su obra se adaptase por considerar que era «rebajar su nivel».

@iStock

La primera biblioteca virtual en lectura fácil

La lectura fácil está cada vez más presente en las bibliotecas físicas, pero poco a poco llega también a internet. El pasado mes de septiembre Plena Inclusión España, un movimiento asociativo que comprende 950 entidades y 17 federaciones, inauguró su biblioteca de lectura fácil online.

Una plataforma pionera que aglutina actualmente casi 750 títulos adaptados entre los que podemos encontrar, por supuesto, libros como el Recopilatorio de Cuentos de Amor de Emilia Pardo Bazán, o Desengaños amorosos de María Zayas; pero también guías o revistas de temas tan variados como Ciencia, Tecnología, o Cultura.

Una biblioteca virtual «tan necesaria como práctica y que responde, no sólo a la necesidad de centralizar en un mismo espacio el acceso a los cientos de materiales que se encontraban dispersos en varias webs, sino también a evitar duplicidades en las publicaciones». «Los recursos son escasos y unificar criterios es esencial para evitar trabajar sobre un texto adaptado con anterioridad», explica Olga Berrios desde el departamento de comunicación de Plena Inclusión.

El catálogo de esta biblioteca virtual adaptada está organizado por temas que permiten poder localizarlos con facilidad, y al que se incorporan novedades regularmente. De hecho, ya es todo un éxito que ha traspasado nuestras fronteras, aseguran desde Plena Inclusión, hasta donde están llegando, incluso, peticiones de otros países para incorporar sus títulos a esta biblioteca virtual.

El club de lectura fácil de Las Victorias

Paola Cauja, Gabriel González, Álvaro Montero, José María Benítez, Vanesa Vallejo, Javier López, Esther Galeano y Sergio Alonso son los integrantes del ‘Club de lectura fácil’ de Las Victorias @Afanias

Mientras el mundo se adapta, en el Centro Ocupacional de Las Victorias los ocho miembros del club esperan ansiosos a que llegue el momento de volver a la biblioteca.

Paola se ha interesado por el resto de la bibliografía de Charles Dickens y lo ha intentado con Cuento de Navidad, pero no está adaptado y la letra es demasiado pequeña. Aun así, no ha perdido las ganas de seguir leyendo porque le gusta «muchísimo» y aunque ha mejorado, dice, está segura de que puede hacerlo «aún más». Gabi se ha puesto como objetivo leerse IT, la terrorífica novela (sin adaptar y de más de 1.500 páginas) de Stephen King «me lleva tiempo, pero lo leeré», asegura.

Álvaro es un enamorado de la música clásica y, siempre que puede, saca CDs de la biblioteca para escucharlos en casa. Insiste en que todavía no han leído Las aventuras de Tom Sawyer, porque «no sale nunca elegido» (cada trimestre, el grupo cambia y eligen por mayoría los libros que van a leer), así que decide que lo sacará de la biblioteca y lo leerá por su cuenta.

Los libros preferidos de José María son los de aventuras, por eso está disfrutando tanto de Viaje al centro de la tierra, al igual que Vanesa y Javier que, aunque no saben leer, escuchan a sus compañeros y aprenden a través de ellos. A Sergio, le gusta absolutamente «todo» de este club, aunque él lo que quiere leer realmente es Blancanieves. «Tendremos que esperar un poco más para poder leer Blancanieves», explica Rocío, recordando que, como otros tantos, el clásico de los Hermanos Grimm aún no ha sido adaptado.

Los componentes del Club de Lectura Fácil de Las Victorias sí que han podido leer, sin embargo, títulos como Ana Frank, Drácula, El Lazarillo de Tormes, Sherlock Holmes, o Mary Poppins; accesibles gracias al trabajo de asociaciones, organizaciones, editoriales y autores, que hacen posible que estas personas, y otras muchas, puedan seguir descubriendo nuevos libros adaptados, accediendo en igualdad a la cultura, y desarrollando, sobre todo, ese amor por la lectura que ha cambiado sus vidas para siempre.

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