Presidente del Centro de Cirugía Mínima Invasión de Cáceres

Jesús Usón: “La cirugía se está transformando a la velocidad de la tecnología informática”

PLAY-Jesús Usón
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En 1986 la UNESCO nombraba a la ciudad española de Cáceres Patrimonio de la Humanidad. Ahora 31 años más tarde, Cáceres se ha convertido en un reclamo turístico y una ciudad referente mundial en el campo de la cirugía de mínima invasión gracias al Centro Jesús Usón. Es uno de los grandes especialistas – y uno de los mejor considerados – en intervenciones endoscópicas y laparoscópicas. Este tipo de intervenciones han supuesto una revolución en el mundo de la medicina. Y el Centro de Cirugía de Mínima Invasión Jesús Usón se encuentra a la cabeza de centros investigadores, formadores e innovadores en este campo. La institución es ya tan de Extremadura como el jamón ibérico de la Dehesa, la Torta del Casar, el pimentón o las migas.

El zaragozano Jesús Usón es quien inició este proyecto y el actual Presidente de Honor del centro. ¿Cómo termina un maño en Cáceres? “Cuando era joven dirigí la Escuela Experimental de Zaragoza”, rememora el profesor Usón, “en 1986 se creó en Cáceres la Facultad de Veterinaria y obtuve la Cátedra de Cirugía de la Universidad de Extremadura. Fue entonces cuando les planteé mis inquietudes en el campo de la cirugía mínimamente invasiva».

«La Junta estuvo de acuerdo con el proyecto y Rodríguez Ibarra tomó la decisión final. Comenzamos a trabajar en lo que entonces se conocía como los ‘barracones’. Eran unas infraestructuras deficitarias y carentes de recursos. Y allí iniciamos las primeras investigaciones en técnicas quirúrgicas no invasivas” relata Jesús Usón.

Hoy en día, el centro es público y gestionado por una fundación integrada por entidades públicas y privadas, todas ellas sin ánimo de lucro. Al profesor Usón le han ofrecido instalarse en otras ciudades, también fuera de España. Pero él no se mueve de Cáceres: “Yo asumí unas obligaciones con el Presidente de la Junta. Lo que más vale en una persona es la credibilidad. Y para ser creíble tienes que ser una persona seria. Esto me lo enseñaron mis padres. Y cumpliré mi palabra hasta el final”.

El centro, impecable, está cuajado de profesionales que desfilan por los pasillos uniformados con batas verdes. “En no pocas ocasiones hemos visto a D. Jesús cuidar del mínimo detalle. Es un apasionado en todo lo que hace” dicen sus colaboradores. La infraestructura es envidiable: cuentan con 10 quirófanos donde los alumnos pueden poner en práctica las técnicas quirúrgicas más innovadoras.

Preguntamos al Profesor cuántos alumnos han pasado, aproximadamente, por el centro. “Diecinueve mil y pico. Pero un momento que le digo la cifra exacta. No me gustan las imprecisiones”. Y procede a llamar a administración para saber el dato. “Son 19.346  de 73 nacionalidades” dice orgulloso del cuantioso número.

Una instalación única para el Gobierno

El centro supone un importante impulso económico para la región: los alumnos pasan de 2 a 3 días en la ciudad. Y entre los 95.000 habitantes de Cáceres, D. Jesús ha sido nombrado hijo predilecto de la ciudad. “Cuando alguien dice alguna tontería, echo mano de Ramón y Cajal” cuenta sonriente el Profesor. “Y es que Don Santiago ya adelantaba que ‘El mayor problema de España es un problema de cultura’. Si nuestro país da un salto cultural, estaremos en el pico de la lanza científica. Pero para ello se necesita invertir mucho dinero en gente joven y en ciencia”.

Francisco Sánchez Margallo es el director científico del centro. Conoce bien al profesor, y éste aún mejor a Francisco: fue su becario en los tiempos mozos. “La medicina y la cirugía se están transformando a la velocidad que lo hace la tecnología informática” afirma Sánchez. “En el campo de la medicina han surgido retos tecnológicos para los cirujanos, que deben formarse rápidamente y mejorar la precisión de las operaciones. La cirugía mínimamente invasiva es muy diferente a la tradicional: la imagen se ve a través de una pantalla. La intervención laparoscópica o la robótica, requieren nuevos abordajes, instrumentos y dispositivos médicos. El cirujano utiliza material a distancia y debe aprender a coordinar sus movimientos”.

La institución ha sido declarada de carácter ‘científico-técnica singular’. Traducido para los mortales no duchos en terminología médica, quiere decir que es considerada una instalación única por el gobierno de nuestro país, a través del Ministerio de Economía, Industria y Competitividad. Y es que la capacidad investigadora y de formación de este centro es única” finaliza el director científico.

Son varios los campos en los que la institución forma e investiga: Anestesiología, Reproducción Asistida, Bioingeniería, Microcirugía, Endoscopia, Laparoscopia, Diagnóstico por imagen y Terapia Celular. En esta última área, la investigación se centra en las células madre. Hablamos, por ejemplo, de la utilización de células madre cardiacas (obtenidas de donantes) tras un infarto agudo de miocardio. El objetivo es reducir los inevitables daños que esta dolencia provoca en el paciente. Y no es baladí: la enfermedad tiene una alta prevalencia de mortalidad en España y en el mundo. Un centro puntero que es el orgullo de Extremadura.

Jesús Usón
Investigación en el departamento de Terapia Celular

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