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El grave error que todos cometemos y que está destrozando tu coche

coche gasolina
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Teniendo en cuenta el alto precio del combustible, una de las principales preocupaciones de los conductores es ahorrar al volante. Existen diferentes recomendaciones para ello, como la de no forzar el motor y circular en marchas largas para así reducir el consumo. Pues bien, aunque en parte es cierto, lo que la gran mayoría de conductores desconocen es que conducir siempre a bajas revoluciones puede acabar destrozando el motor.

¿Por qué no es recomendable conducir a bajas revoluciones?

Como resulta lógico, conducir a bajas revoluciones hace que el motor no se fuerce tanto y, en consecuencia, el consumo sea menor. Ahora bien, es importante conocer el régimen de revoluciones que «sienta» mejor al coche y adaptar la conducción al mismo.

Uno de los aspectos más relevantes es el tipo de combustible. En líneas generales, la zona de confort de un motor de gasolina se encuentra entre las 2.000 y las 3.500 revoluciones por minuto. Mientras, la de un motor de diésel oscila entre las 1.500 y las 3.000 revoluciones por minuto.

En estas horquillas, el motor funciona a máximo rendimiento, lo que también ayuda a que el consumo se reduzca. Si, en lugar de ajustarnos a estos límites, conducimos con las revoluciones más bajas, la exigencia para el motor será mayor. Por lo tanto, tardará más en responder y aumentará el consumo de combustible.

Esto ya supone un problema en sí mismo, ya que supone un gasto extra en gasolina o diésel. Pero hay un problema añadido, y es que conducir a bajas revoluciones durante un periodo de tiempo continuado puede dar lugar a averías en el motor.

Las bajas revoluciones hacen que el motor vibre mucho más de lo normal. Esto, por una parte, supone una gran molestia para los pasajeros del vehículos y, por otra parte, hace que algunas piezas se desgasten o se rompan antes de tiempo.

También hay que tener en cuenta que determinados sistemas sufren con este tipo de conducción, como los filtros antipartículas o los filtros anticontaminación. Al trabajar a una temperatura inferior a la que deberían, no pueden quemar los residuos y terminan bloqueándose.

Por último, cabe señalar que existen trucos mucho más eficaces para ahorrar gasolina que el de conducir a bajas revoluciones. Uno de los más relevantes es el de circular con los neumáticos hinchados a la presión indicada por el fabricante. Si los neumáticos tienen una presión de 0,5 bares inferior a la adecuada, el consumo aumenta hasta en un 4% en zonas interurbanas.

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