Asesinato en Aranjuez

La familia del asesino de Aranjuez huye ante la amenaza de una ‘vendetta’ del clan rival

La familia de Juan Mendoza, el hombre de etnia gitana que disparó contra familiares de su ex mujer y asesinó a una joven, ha tenido que huir de Aranjuez. Temen una venganza por parte de la otra familia.

aranjuez
Montse, la herida grave, y su hermana Lissete, fallecida en el tiroteo de Aranjuez.
Pelayo Barro

Una separación matrimonial ha terminado en tragedia familiar en Aranjuez. Juan Mendoza Jiménez disparó contra dos hermanas de su ex mujer, matando a una y dejando en estado muy grave a otra (finalmente falleció este martes). Su suegra también resultó herida. Ahora, la familia del agresor ha tenido que huir de la barriada en la que residían en previsión de una ‘vendetta’ por parte del clan rival. Una venganza que, como sospechan, podría llegar una vez finalice el luto.

Los Mendoza Jiménez tienen miedo. Mucho. Así lo admite a OKDIARIO un familiar muy cercano del detenido, Juan, que se entregó a la Policía tras disparar el pasado domingo contra varias hermanas de su esposa, de la que se estaba separando.

Según su relato, que accede a contar a cambio de preservar el anonimato de su identidad, la familia de Juan Mendoza ha decidido poner tierra de por medio y abandonar precipitadamente el bloque en el que residían en Aranjuez (Madrid). Son vecinos de la familia a la que pertenecían la fallecida y la joven que estuvo ingresada en la UCI con pronóstico muy grave y finalmente murió. La Policía ha tenido que desplegar un operativo especial de seguridad en la zona.

Fue desde la venta del domicilio de los padres de Juan Mendoza desde donde el presunto asesino disparó la escopeta de postas contra Lissete Fernandez (35 años), perforándole el pecho y matándola en el acto, y contra su hermana Montse (23 años) a quien alcanzó en la cadera y en una pierna. La madre de ambas, Concepción, también resultó herida, aunque de menor gravedad.

«Lo traía loco»

Según cuentan a OKDIARIO voces de su familia, el suceso se produjo después de que Juan Mendoza y su mujer, Celestina, discutieran por teléfono y este «le amenazara». En dicha conversación, su todavía esposa le habría trasmitido su firme decisión de romper el matrimonio -con cinco hijos- y le habría anunciado que estaba conociendo a otra persona.

«Él tenía que entrar en la cárcel y lo traía loco imaginarse que estando dentro su mujer estaría con otro. A un gitano no se le abandona así de fácil», advierte este familiar de Juan Mendoza a OKDIARIO.

Los hechos se produjeron poco después de la discusión por teléfono entre el matrimonio, cuando el hombre vio a una de las hermanas desde la ventana de su domicilio. Los vecinos relataron que vieron cómo ambos empezaban a discutir, y de pronto el detenido desapareció momentáneamente para volver con una escopeta y comenzar a disparar.

Una ‘vendetta’

«Lo que ha hecho no tiene perdón de Dios. Que lo pague. Lo pagará. Pero nosotros no tenemos ninguna culpa», advierte. Sin embargo, son conscientes de que la rabia de la familia de la asesinada puede provocar una venganza en los próximos días o semanas.

Tenemos miedo por nuestra vida. Cuando acabe el luto y se entierre a la chavala, y dios no lo quiera a la otra, habrá problemas” dicen. Por ello, los integrantes de la familia Mendoza que residen en el bloque donde ocurrió el tiroteo no se ha puesto fecha de regreso. Y volverán únicamente, dicen, si tienen garantías de que el otro clan no emprenderá una venganza contra ellos.

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