El dineral que José Fernando recibió de su madre, Rocío Jurado, y que se gastó de un plumazo

Rocío Jurado fue conocida por su voz, estilo y arte a nivel mundial, contaba con el cariño de su público y falleció con una carrera más que consolidada. Cuando ella comprendió que había perdido la batalla contra el cáncer de páncreas en 2006, quiso dejar todo cerrado, para evitar que su familia se enfrentase por la herencia que dejaría atrás. Una parte de esta herencia fue a parar a su hijo, José Fernando. 

El legado de Rocío Jurado y su herencia

Su legado se cifró en siete millones de euros y para poder repartirlo, meses antes de fallecer, se reunió con su abogada para fijar la adjudicación de sus bienes entre sus seres queridos. De esta manera, nadie se quedaba desamparado y se evitaban los posibles conflictos que las herencias traen, más cuando tienen tales cifras.

José Fernando, su hijo, ha sido noticia más de una vez y es que en noviembre de 2013 fue detenido por la Guardia Civil después de que se le atribuyesen varios delitos, entre los mismos, robo con violencia. Fue enviado a prisión preventiva y él reconoció estar arrepentido por lo ocurrido, atribuyendo su comportamiento al consumo de drogas. Después de quedar en libertad, decidió ingresar en un centro especializado para tratar sus problemas de adiciones.

Desde ese momento, se ha mantenido alejado de las cámaras, pues no han sido unos años sencillos para él y su entorno. Se conoce que, de la herencia de su madre, este se llevó un millón de euros, pero muchos consideran que esta herencia le perjudicó más de lo que le benefició.

El joven tuvo acceso a grandes cantidades de dinero, que se sumó a una falta de motivación por sus estudios o trabajo y malas compañías con las que no tomó las mejores decisiones. José Fernando parecía no tener reparo en explotar al máximo su herencia para pagar sus caros hobbies y las noches de fiesta con sus amigos en la época.

Con un ritmo de vida frenético y una adicción que aún no había superado, el millón quemaba en su tarjeta y el joven, no dudó en gastarlo. Fue después cuando optó por recuperarse y dejar su pasado con las drogas atrás, un pasado del que se recupera con el tiempo, siempre con ayuda de profesionales.

Rocío Carrasco, heredera universal de su madre

Gran parte de la herencia recayó en Rocío Carrasco, la primogénita de la gran voz de España. A ella la nombró heredera universal y le correspondía todo el patrimonio musical de la madre, sus pertenencias personales y también las profesionales, como joyas, atrezzo o vestidos, entre otros. Además de este patrimonio, también recibió varias propiedades como El Administrador, la finca que tenía en Chipiona o el apartamento que la cantante poseía en Miami.

La mansión que la artista poseía en la exclusiva urbanización de la Moraleja, en Madrid, debía ser vendida en un plazo máximo de dos años, pues así lo había querido Jurado. Fue vendida por tres millones de euros y este fue el dinero que se repartió entre los hermanos, en tres partes. Como en el momento de la muerte de la artista, los hijos adoptivos de Rocío Jurado y José Ortega Cano, José Fernando y Gloria Camila, eran menores de edad, se acordó que se guardase el dinero en un depósito al que tendrían acceso al cumplir los 18 años. Fue cuando tuvo acceso al depósito, que el dinero de José Fernando bajó sin frenos.