Un despacho de abogados encarga un informe crítico con el rescate de Julen
Es arquitecto, radicado en Marbella, y desde hace una semana frecuenta la zona donde se lleva a cabo la operación de rescate del pequeño Julen. Se llama Jesús María Flores Vila y está realizando un informe que no ahorra críticas sobre la operación de rescate del pequeño Julen en Totalán.
Lo hace, asegura tras preguntársele con insistencia, por encargo de un despacho de abogados. No aclara si ese despacho pertenece a un familiar, no niega que el objetivo final sea el de presentar una querella.
Flores insiste en que a su juicio hay una serie de irregularidades en el rescate. Asegura que no hacía falta ir a buscar una perforadora (o pilotadora) hasta Madrid ya que había en la Costa del Sol. El arquitecto sobre todo denuncia que los equipos técnicos de rescate tendrían que haber comenzado el martes a perforar un pozo paralelo al que había caído el niño en vez de hacerlo el sábado.
Flores considera el asunto injustificable y dice que el equipo técnico no ha dado explicaciones razonables. Argumenta sus críticas en que su equipo técnico ha revisado todas las imágenes disponibles y minutado todas las declaraciones oficiales hasta la fecha.
Frente a Flores, todos los demás. Hasta la fecha ningún experto respalda sus argumentos. La inmensa mayoría de especialistas no coincide en su análisis. “No se trata de excavar y ya está, hay que sacar los materiales, hay que preparar una plataforma de trabajo suficientemente firme para garantizar que las máquinas de toneladas de peso puedan trabajar y hacerlo con éxito porque el tiempo apremia” sentencia José Manuel Miguélez de GEOSUB.
“Los datos que nos proporcionan desde el operativo son claros, primero se trata de garantizar la vida del niño y de los trabajadores, se tarda porque había que allanar una plataforma de trabajo firme a la cota en que finalmente se estableció…no se debe poner a trabajar una perforadora de toneladas de peso en una ladera, sin anclaje firme se atascaría, vibraría mucho más amenazando con colapsar el pozo del niño y haría perder un tiempo vital”. José Luis Barrera, del colegio de geólogos, puntualiza que la dureza de los materiales hallados sobre el terreno no ayudan precisamente. “No se ha podido elegir el lugar para ejecutar el pozo, no había más remedio que hacerlo junto al pozo donde se encontraría el menor, y bajo tierra la dureza de los materiales, entre ellos cuarcita, ralentiza la tarea”.