Qué es la belonefobia y cómo tratarlo: la enfermedad que sufre Anita Williams de ‘Supervivientes’
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La edición de ‘Supervivientes’ 2025 hace días que finalizó, pero si hay algo que ha dado mucho que hablar este año ha sido el concurso de una de las participantes, Anita Williams. La joven que se dio a conocer a raíz de su participación en ‘La isla de las Tentaciones’, ha sido una de las grandes protagonistas del reality y no sólo por su relación con Montoya, sino también por el cambio físico que ha experimentado dado que en lugar de perder peso, daba la sensación de ser la única concursante que había engordado. Sin embargo, lo que le ha pasado fue explicado por el propio programa debido entre otros, a un exceso de isotónico. Pero además, una vez de vuelta a Madrid, Anita ha acudido a hacerse una revisión médica que le ha servido para explicar algo que sufre desde hace años: la belonefobia.
Williams, quien alcanzó la cuarta posición en la edición 2025 del popular reality, ha decidido compartir con sus seguidores lo que le pasa con la belonefobia, un trastorno de ansiedad que condiciona sus visitas al médico más de lo que muchos imaginan. Y lo ha demostrado además con imágenes en las que se le ve durante una extracción de sangre mientras se hacía una revisión. Entre bromas y gestos de angustia, Anita intentó quitar hierro al asunto, pero también dejó claro que la fobia persiste, incluso después de ser madre. ¿Pero qué es la belonefobia? ¿Cómo se manifiesta y cómo se puede tratar?.
¿Qué es exactamente la belonefobia?
Aunque suene a término médico poco habitual, la belonefobia es más común de lo que parece. Se trata de una fobia específica caracterizada por un miedo extremo, irracional y persistente a las agujas, inyecciones o cualquier procedimiento médico que implique elementos punzantes. No estamos hablando de una simple incomodidad o nerviosismo previo a una vacuna. En estos casos, el cuerpo reacciona con síntomas físicos y emocionales muy intensos: sudoración, temblores, taquicardias, mareos e incluso desmayos.
Esta fobia forma parte de los trastornos de ansiedad y, como en otros casos, puede tener diferentes grados de intensidad. Hay personas que pueden llegar a evitar por completo cualquier revisión médica con tal de no enfrentarse a una aguja, lo que compromete directamente su salud física y mental. En el caso de Anita, confesó que este miedo sigue muy presente y que incluso en momentos importantes de su vida, como el embarazo o la maternidad, no ha conseguido superarlo del todo.
Síntomas físicos y emocionales
Quienes sufren belonefobia pueden experimentar desde una sensación de angustia moderada hasta crisis de ansiedad severas ante la sola idea de someterse a una inyección. La respuesta del cuerpo puede llegar a ser tan intensa que el paciente acabe desmayándose antes, durante o después del procedimiento. Además, esta fobia puede generar un ciclo de evitación y sufrimiento psicológico: se evita ir al médico, se posponen tratamientos, se rechazan vacunas o controles rutinarios… Y todo ello con el coste emocional que conlleva.
La parte más difícil muchas veces no está en la aguja, sino en la carga emocional asociada: vergüenza, incomprensión, sensación de debilidad o aislamiento. Muchas personas no se atreven a reconocerlo por miedo a ser juzgadas. De hecho, el gesto de Anita Williams al compartirlo públicamente ayuda a visibilizar una realidad que afecta a más gente de la que pensamos, y que sigue siendo tabú.
¿Cómo se trata la belonefobia?
La buena noticia es que la belonefobia se puede tratar, y en muchos casos, con resultados positivos. El enfoque más común es el psicológico, concretamente a través de la terapia cognitivo-conductual, una técnica que ayuda al paciente a identificar, confrontar y modificar los pensamientos distorsionados asociados a la fobia. A través de una exposición progresiva y controlada al objeto temido, se consigue reducir el nivel de ansiedad y ganar confianza.
En algunos casos, y siempre bajo supervisión médica, se puede recurrir a tratamientos farmacológicos para controlar la ansiedad, sobre todo en fases iniciales del tratamiento o en situaciones puntuales. Pero lo más importante es el acompañamiento psicológico, la educación emocional y el apoyo del entorno. Contar con profesionales que comprendan el problema y con personas cercanas que no lo trivialicen es fundamental para avanzar.
El cambio físico de Anita Williams tras su paso por ‘Supervivientes’
Por último, pasando del miedo a las agujas a la sorpresa que muchos se llevaron al ver a Anita tras su paso por la isla, el cambio físico que ha mostrado la joven es todo menos convencional.
Lejos del típico desgaste físico que viven la mayoría de los concursantes, Anita regresó con un aspecto que ha dado mucho que hablar: no perdió peso, sino todo lo contrario. Mientras muchos adelgazaron entre 10 y 15 kg, ella presentó una distensión abdominal notable, que fue motivo de estudio médico en pleno programa.
La explicación oficial fue que ese aumento de volumen se debía al excesivo consumo de bebidas isotónicas, cargadas de azúcar y sodio, que llevó a una retención de líquidos y un probable sobrecrecimiento bacteriano intestinal (SIBO). El resultado no fue una ganancia de grasa, sino una hinchazón abdominal con componente inflamatorio, según explicaron tanto nutrólogos como el equipo médico del programa.