El Parkinson se dispara: afecta ya al 15% de las personas menores de 50 años

Tradicionalmente, se ha asociado el Parkinson con síntomas motores como  la rigidez, los temblores y el enlentecimiento de los movimientos

Es fundamental que los neurólogos estén alerta a la hora de detectar y tratar adecuadamente todos los síntomas

Parkinson
Crece la incidencia de Parkinson en menores de 50 años.
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

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A pesar de que el Parkinson «es más prevalente entre los mayores de 65 años», aproximadamente «el 15% de las personas diagnosticadas tienen menos de 50 años, y en casos excepcionales, la enfermedad puede manifestarse incluso antes», según precisa el jefe del Servicio de Neurología del Hospital Universitario La Luz de Madrid, el doctor David Pérez Martínez.

Este jueves, 11 de abril, se conmemora el Día Mundial del Parkinson, una enfermedad crónica y neurodegenerativa que afecta a un considerable número de personas en España, con cifras estimadas entre 120.000 y 150.000 personas. Esta condición representa la segunda enfermedad neurodegenerativa más común en nuestro país, siendo superada únicamente por la enfermedad de Alzheimer.

Así, el doctor David Pérez Martínez, señala que el Parkinson no discrimina por edades. «Aunque es más prevalente entre los mayores de 65 años, es importante destacar que aproximadamente el 15% de las personas diagnosticadas tienen menos de 50 años, y en casos excepcionales, la enfermedad puede manifestarse incluso antes», advierte el neurólogo.

Tradicionalmente, se ha asociado el Parkinson con síntomas motores como  la rigidez, los temblores y el enlentecimiento de los movimientos. «No obstante, hemos observado que los pacientes también experimentan una amplia gama de síntomas no motores, que incluyen trastornos gastrointestinales, alteraciones sensoriales y dificultades cognitivas», señala el doctor.

En este sentido, afirma el especialista, estos síntomas no motores pueden manifestarse en diferentes etapas de la enfermedad, desde la reducción del sentido del olfato hasta problemas urinarios y disfunción sexual. «Los trastornos cognitivos y neuropsiquiátricos también son comunes, aunque tienden a desarrollarse más tarde en el curso de la enfermedad. Para  algunos pacientes, estos síntomas no motores pueden tener un impacto significativo en su calidad de vida, incluso mayor aún que los síntomas motores característicos».

Por ello, es fundamental que los neurólogos estén alerta a la hora de detectar y tratar adecuadamente todos los síntomas que puedan surgir en el  curso de la enfermedad. «Solo así podemos proporcionar un tratamiento efectivo y mejorar la calidad de vida  de aquellos que conviven con el Parkinson», subraya el Dr. David Pérez.

«En el Hospital Universitario La Luz, reconocemos la importancia de abordar el Parkinson de manera integral, teniendo en cuenta tanto los síntomas motores como los no motores. Nuestro enfoque holístico nos permite ofrecer una atención neurológica de calidad, centrada en mejorar el pronóstico y la calidad de vida de nuestros pacientes», sostiene el doctor.

El jefe de servicio de Neurología,  afirma que el Parkinson es mucho más que un trastorno motor. «Solo con un enfoque asistencial integral podemos ayudar a las personas afectadas a vivir de manera más plena y con una mejor calidad de vida».

Parkinson

La enfermedad de Parkinson es un trastorno del cerebro que provoca movimientos involuntarios o incontrolables, como temblores, rigidez y dificultad con el equilibrio y la coordinación.

Por lo general, los síntomas comienzan poco a poco y empeoran con el tiempo. A medida que la enfermedad avanza, las personas pueden tener dificultad para caminar y hablar. También pueden tener cambios mentales y de comportamiento, problemas para dormir, depresión, dificultades de memoria y fatiga.

Si bien cualquier persona podría tener esta enfermedad, algunas investigaciones sugieren que afecta más a hombres que a mujeres. Aún no se sabe por qué, pero se están realizando estudios para comprender los factores que pueden aumentar el riesgo. Un riesgo evidente es la edad. Aunque la enfermedad de Parkinson se presenta por primera vez después de los 60 años en la mayoría de las personas, la enfermedad se inicia antes de los 50 años en alrededor del 5% al 10%.

Los signos y los síntomas más comunes de la enfermedad de Parkinson ocurren cuando las células nerviosas en los ganglios basales (un área del cerebro que controla el movimiento) se deterioran o mueren. Normalmente, estas células nerviosas, o neuronas, producen una sustancia química cerebral importante llamada dopamina. Cuando las neuronas mueren o se deterioran, producen menos dopamina, lo que provoca los problemas de movimiento asociados con esta enfermedad. Los científicos aún no saben qué causa la muerte de las neuronas.

Las personas con la enfermedad de Parkinson también pierden las terminaciones nerviosas que producen norepinefrina, el principal mensajero químico del sistema nervioso simpático, que controla muchas funciones del cuerpo, como la frecuencia cardíaca y la presión arterial. La pérdida de norepinefrina explicaría algunas de las características de la enfermedad no relacionadas con el movimiento, como fatiga, presión arterial irregular, disminución del movimiento de los alimentos a través del tracto digestivo y baja repentina de la presión arterial cuando una persona se levanta después de estar sentada o acostada.

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