Iniciativa de la Universidad Johns Hopkins

Los medicamentos anticoagulantes en dosis bajas reducen el riesgo de embolia hasta un 60%

Estrategias educativas y cooperativas para la prevención de complicaciones tras la cirugía

Diferentes profesionales participan en la prevención del tromboembolismo venoso

embolia
tromboembolismo venoso.

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El tromboembolismo venoso (VTE, por sus siglas en inglés) es una condición grave que puede llegar a poner en peligro la vida de los pacientes. Se produce cuando se forma un coágulo de sangre en las venas de las piernas, ingles o brazos y se desplaza por el organismo a través del riego sanguíneo. El coágulo puede llegar hasta los pulmones y causar daños en los tejidos o provocar una falta de oxígeno grave. En este último caso se habla de embolia pulmonar.

Se ha visto que los medicamentos anticoagulantes a dosis bajas pueden reducir el riesgo de que se produzca esta situación hasta en un 60%. 

Para los pacientes que están en riesgo de VTE -como quienes han sido hospitalizados recientemente, sobre todo si ha sido para someterse a una intervención quirúrgica-, olvidar alguna dosis de su medicación o pasar por alto alguna otra de las medidas preventivas indicadas por el médico puede ser una situación peligrosa. 

Existen muchos motivos diferentes para que un paciente olvide alguna de las pautas. Entre ellas están problemas de comunicación en cuanto a la importancia que tiene la medicación para su bienestar y seguridad, o confusión en cuanto a los momentos del día en los cuales hay que tomarla. 

A partir de los resultados de un reciente estudio sobre medidas para mejorar la calidad de la asistencia sanitaria, un equipo de investigadores de la Universidad Johns Hopkins (Estados Unidos) ha diseñado un programa de educación para los pacientes, al que han sumado un sistema de información y evaluación del cumplimiento en colaboración con el personal de enfermería. Con él han mostrado reducir de forma significativa la cantidad de dosis olvidadas de medicamentos anticoagulantes en esta población de pacientes. 

El trabajo se ha dado a conocer el pasado 1 de septiembre en la revista científica Journal of the American Heart Association, una publicación especializada de la Sociedad Americana de Cardiología (AHA).

Elliot Haut, profesor de cirugía en dicha universidad y uno de los autores del trabajo, ha recordado que la mitad de los fallecimientos por VTE se producen en personas que han sido operadas recientemente. 

En el estudio se incluyeron pacientes de los servicios de cuidados no intensivos y seis unidades de cirugía del hospital asociado a la universidad. Como primera intervención, el personal de enfermería proporcionó a los participantes formación con una charla personalizada, información por escrito (disponible en varios idiomas) y un vídeo de 10 minutos. Se empleó un sistema de alerta con un dispositivo electrónico que avisaba en caso de que alguna dosis de la medicación prescrita no se hubiera tomado debidamente. 

En una segunda fase, los investigadores recurrieron a un sistema mensual de seguimiento con un marcador para cada grupo de enfermería, que así contaba con datos concretos sobre cumplimiento en su grupo de pacientes: número de dosis prescritas, dosis olvidadas…

El total de participantes fue de 9.657, y el seguimiento duró tres meses.

“Con ambas intervenciones, vimos que el porcentaje de dosis rechazadas u olvidadas se redujo en un 36%; en las plantas en las que se usó la intervención educativa por parte del personal de enfermería las dosis olvidadas cayeron un 44%, y las que los pacientes rechazaron llegaron a reducirse en un 54%”, ha explicado el autor principal, Brandyn Lau, de la misma universidad.

“El estudio ofrece pruebas claras que respaldan el empleo de nuevas tecnologías -refiriéndose al sistema electrónico de alerta para las dosis olvidadas- combinadas con intervenciones educativas para promover la mejor práctica en la administración de fármacos contra el VTE”, ha añadido el experto. 

El equipo destacaba en sus conclusiones que, al tratarse de un programa con beneficios constatables y que requiere pocos medios para su implantación, podría ponerse en práctica en diferentes hospitales. 

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