Un experto denuncia que España sigue incumpliendo la Directiva Europea de protección contra el radón

El radón ha sido catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como cancerígeno tipo 1

Gas radón
Gas radón, un peligro para la salud humana.
Diego Buenosvinos
  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

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El director de Vivesinradon.org, José Miguel Rodríguez, ha denunciado que España sigue sin transponer por completo una Directiva Europea de 2013 que obliga a implementar un plan nacional para limitar la exposición de la población al radón, un gas radiactivo, incoloro, inodoro e indetectable a simple vista.

«La mayoría de países europeos lo hicieron en tiempo y forma, pero es que estaban mucho más avanzados en estos asuntos, algunos de ellos incluso tenían campañas de televisión para informar a los ciudadanos sobre el radón. En España, una vez más, la tónica han sido la desinformación y los retrasos en la trasposición», ha afirmado Rodríguez en un comunicado.

Los retrasos de España al respecto se remontan a 1990, cuando la Recomendación 90/143/Euratom de la Comisión definía distintos métodos para limitar la exposición de la población en el interior de los edificios, e instaba a los países miembros a informar a los ciudadanos de los riesgos y sus soluciones, y sin que el Gobierno español tomase ninguna medida al respecto.

El país también ha sufrido retrasos respecto a la transposición de la Directiva 96/29/Euratom para proteger la salud de los trabajadores frente al radón, que llegó cinco años después y fue modificada en 2010, por lo que «la trasposición tardó nueve años en hacerse correctamente».

Respecto a la mencionada Directiva 2013/59/Euratom, no fue hasta 2022 cuando se publicó el Real Decreto 1029/2022, que incluía disposiciones adicionales en las que se establecían 18 meses para su aplicación, «cuando normalmente una norma entra en vigor al día siguiente de su publicación en el BOE, y eso nos pone en junio de 2024», según Rodríguez.

Finalmente, el Plan Nacional contra el radón fue publicado en febrero de 2024, «once años después de la directiva europea y casi seis años después del límite estipulado en dicha directiva, y ni siquiera tiene un presupuesto adjudicado para ponerlo en práctica», ha detallado el presidente del organismo.

«Otro problema en este laberinto normativo tan fragmentado es que el Real Decreto establece que el Consejo de Seguridad Nuclear debe publicar un listado de municipios de actuación prioritaria donde será obligatorio realizar mediciones de radón de cara a establecer estrategias para proteger la salud de los ciudadanos. Y ese listado aún no ha sido publicado ni tenemos información de cuándo se hará, con lo cual, en términos prácticos y reales, continúa sin trasponerse en su totalidad la Directiva de 2013 que debía estar transpuesta en 2018 como límite», ha añadido.

Los peligros

A pesar de que el radón se encuentra de forma natural en la atmósfera, y que no está considerado como peligroso por encontrarse muy diluido, sí representa problemas cuando «se filtra al interior de los edificios» y «se queda concentrado», razón por la que Rodríguez cree que es importante «hacer un gran esfuerzo divulgativo y de concienciación sobre este asunto», algo que «no hacen» las diferentes administraciones públicas.

A pesar de que fue catalogado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) como cancerígeno tipo 1, y a pesar de ser la segunda causa de cáncer de pulmón tras el tabaco, «una gran parte de la población desconoce su existencia, de manera que muy pocas personas toman medidas para protegerse».

Los expertos han establecido que la exposición humana al radón no debe superar un nivel de referencia de 300 Bq/m3 de promedio anual, aunque «hay que entenderlo como un nivel de referencia, no como un límite que no haya que superar, porque no existe el riesgo cero», según ha explicado el físico José Luis Gutiérrez Villanueva, y es que la mayor parte de los casos de cáncer de pulmón relacionados se deben a exposiciones bajas o moderadas

«No hay un nivel de radón por debajo del cual la exposición sea absolutamente segura. Cualquier exposición al radón tiene riesgo y todos estamos expuestos a este gas radiactivo en mayor o menor medida. Lo que hay que hacer es medirlo, porque el radón solo se puede detectar con medios técnicos, y mantener nuestra exposición lo más baja que sea razonablemente posible», ha insistido.

Cabe destacar que el radón está presente en el 70% del territorio de Galicia, en más de la mitad de Extremadura, en un área importante de Castilla y León, en gran parte de la sierra noroeste de Madrid, en algunas zonas de Castilla-La Mancha, en parte de los Pirineos y en la zona norte de Cataluña, si bien en cualquier otra parte del territorio se pueden encontrar concentraciones elevadas de este gas.

Según estimaciones de la OMS, entre un 3 y un 14 por ciento de las muertes por cáncer de pulmón están relacionadas con el radón, lo que en España se traduce en la muerte de entre 1.500 y 2.000 personas al año.

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