La excesiva higiene íntima se vincula con mayor número de infecciones ginecológicas en verano
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La humedad de los bañadores y el aumento de la sudoración por el calor en verano lleva a que muchas mujeres sufran infecciones ginecológicas en verano. Para evitarlas, la Sociedad Española de Ginecología y Obstetricia (SEGO) ofrece una serie de recomendaciones y consejos útiles de fácil cumplimiento que ayudarán a prevenir este tipo de trastornos en la salud y de higiene íntima de las mujeres.
Los médicos también recomiendan que, a pesar de que hay mujeres que lo hacen, se evite el uso de duchas vaginales porque, entre otros, puede hacer que esto empeore el flujo vaginal y se eliminen las bacterias que en este caso necesitamos para protegerse de una posible infección vaginal.
A raíz de no cuidar como se debe la higiene íntima de la mujer, puede haber algunas consecuencias negativas para la salud. Por un lado, pueden surgir infecciones urinarias, como la cistitis o la infección de la vejiga, entre otras.
Asimismo, el cloro o la suciedad de algunas aguas pueden afectar a la zona genital, por lo que también debe tomarse una ducha tras el baño.
También es importante el lavado de la zona vulvar, pero debe ser siempre en la zona externa, solo con agua o con jabón neutro, sin perfume, y solo en las ocasiones que sean necesarias; desaconsejan así las duchas o lavados vaginales y avisan de que un exceso de lavado puede ser contraproducente porque puede reducir las defensas naturales y alterar el pH vaginal.
De este modo, no se recomienda lavarse frecuentemente (3-4 veces al día), salvo que sea necesario, ni usar productos de higiene íntimos.
Por otra parte, la ropa interior debe ser de algodón y no muy ceñida para lograr una correcta transpiración y sequedad de la zona genital femenina, quedando desaconsejados los tejidos de licra o nailon que no transpiran y favorecerán una mayor humedad en la zona vulvar.
Tampoco es recomendable el uso continuado de los protectores sanitarios (salvaslip) porque no dejan liberar correctamente el calor y la humedad de la zona; al ser sintéticos, pueden generar dermatitis y alergias en la piel de la zona, dando síntomas como si existiera una infección.
Además, es importante cambiar de forma habitual la compresa, tampón o copa vaginal para prevenir infecciones y en función del flujo vaginal que se tenga.
Otra de las cuestiones a tener sobre la higiene íntima en cuento a esta época del año es la depilación de la zona genital, que elimina el vello que cumple precisamente una función protectora de infecciones.
En el caso del rasurado, existe riesgo de infecciones localizadas en la piel de la zona, por lo que se aconseja utilizar material muy limpio y no depilar el área vulvar completa, dejando por lo menos 1 cm. de vellos a cada lado para que ejerzan de protección.