¿Estamos más cerca del final de la pandemia?

¿Podemos aventurarnos a pensar que el fin de esta crisis sanitaria está cerca? ¿Volveremos pronto a nuestros tradicionales estilos de vida? Muchos expertos se lanzan al optimismo, como el farmacéutico y presidente de la Federación Empresarial de Farmacéuticos Españoles (FEFE), Luis de Palacios, quien ha asegurado para OKSALUD que «todo indica que la pandemia no será una preocupación global y que, aun con nuevas variantes, las restricciones eventuales no volverán a ser tan traumáticas como las vividas».

Por su parte, el director médico del grupo Synlab, el doctor Santiago Valor, especialista en análisis clínicos, también se muestra optimista y subraya que, «aunque no es fácil predecir el futuro, nos acercamos a una situación mucho mejor». Y añade: «Las vacunas han cambiado el escenario de una manera drástica y creo que volveremos a una vida normal, aunque nos quedaremos con algunas medidas de protección individual, fundamentalmente con las mascarillas». Sin embargo, el experto advierte de que «todo dependerá de la capacidad de infección de las nuevas variantes y es posible que la estacionalidad influya también en la aparición de nuevos brotes en el futuro».

En la actualidad, en España hay 39.103.590 personas que cuentan con la pauta completa de la vacuna frente a la Covid-19 y tanto la incidencia de casos como el número de hospitalizaciones continúa a la baja. Sin embargo, antes de hablar del final de la pandemia, es preciso «hacer balance». Así lo indica el presidente de FEFE, de manera que «todavía queda analizar qué territorios lo han hecho mejor o peor comparando los datos de las regiones, tanto en mortalidad como en deterioro económico, y analizando qué medidas restrictivas han funcionado». En este sentido, de Palacios valora que «la región de Madrid ha sido muy atrevida y adelantada en todas las medidas, tanto de restricción inicial como de apoyo a la economía».

Predicciones futuras en positivo

La situación pandémica mejora. «Las vacunas funcionan muy bien para mermar la gravedad de los casos y la mortalidad, así que, por lo pronto, podemos ser optimistas», asevera el doctor Valor.

Por su parte, en declaraciones a este periódico, el consejero de Sanidad de la Comunidad de Madrid, Enrique Ruiz Escudero, coincide en que es importante «persistir en la vacunación, especialmente en los grupos vulnerables». Asimismo, el mandatario recuerda que «la utilización de la mascarilla en espacios interiores también sigue siendo muy importante porque el virus se transmite más fácilmente en aquellos lugares cerrados y con poca ventilación», a pesar de los recientes rumores de que la obligatoriedad de uso llegará a su fin pronto.

«La Organización Mundial de la Salud (OMS) y los estudios analíticos elaborados prevén que a finales de marzo el 50% de la población mundial se habrá infectado con Ómicron, por lo que una parte muy importante de la población estará inmunizada frente a esta variante», asevera Ruiz Escudero. Por esta razón, es probable que en abril la situación tienda a estabilizarse. «Si no aparece ninguna nueva variante más transmisible o que complique las circunstancias, como hizo Ómicron, la pandemia ya no será como la hemos conocido hasta ahora», asegura el consejero.

De la misma forma que Ruiz Escudero, el presidente de FEFE percibe que «el empleo de mascarillas en lugares como el transporte público tendrá un largo recorrido y es probable que acabe siendo algo más propio de las políticas de salud públicas que únicamente a causa de la Covid-19». De hecho, en algunos países del continente asiático los ciudadanos llevan años utilizándolas de manera regular.

El doctor Valor, por su parte, explica que, la actual situación sanitaria, combinada con la reducción del número de pruebas de detección de Covid-19, invita a creer que habrá cambios en el marcaje de las políticas de salud pública: «Hasta ahora, uno de los objetivos más claros de la realización de pruebas de laboratorio (test de antígenos y PCR) era interrumpir la transmisión del virus. En el futuro, este fin cambiará y será el diagnóstico de enfermos graves la principal indicación de la situación sanitaria, así como la prevención en grupos seleccionados por riesgo elevado».

Desde su experiencia en la farmacia, de Palacios apunta que «el material relacionado con la Covid-19 sigue siendo ampliamente usado, pero la demanda de productos como los tests de antígenos no está desaforada, sino que se mantiene estable». Además, en la actualidad se espera que el virus se «gripalice» del todo.

La «Gripalización» del Covid

La vida de un virus consiste en ir mutando. Las nuevas cepas podrán ser más transmisibles o, por el contrario, provocarán cuadros clínicos más severos, relata Ruiz Escudero. «Desde el punto de vista biológico, es difícil que una variante sea más contagiosa que Ómicron, que tiene un nivel altamente infectivo, similar al del virus del sarampión», asegura el responsable. A pesar de los positivismos, «lo más importante en los próximos meses es vigilar las posibles mutaciones y la secuenciación genómica del virus», sentencia.

Asimismo, aunque todavía se debe observar de cerca la situación, ya se habla de «gripalización», y así lo explica el presidente de FEFE: «Cuando hablamos de ‘gripalización’ nos referimos a la tendencia de que este virus se convierta en uno más y que conviva con la población de manera normal, como ocurre con el de la gripe. Debido a la disminución de la presión hospitalaria y aunque las incidencias de contagios todavía son altas, las autoridades sanitarias de algunos países se están planteando levantar la situación de pandemia en sus zonas. Como la vacunación ha sido tan desigual a nivel mundial, la OMS tardará en anunciar el fin de la pandemia más tiempo».

El doctor Valor, por su parte, señala que, aunque es posible que en algún momento se pueda equiparar la situación que provoca el virus de la Covid-19 con el de la gripe, «en la actualidad es algo especulativo», asegura. Además, el responsable de Synlab se muestra cauteloso y advierte de que no cree que se vaya a alcanzar una inmunidad colectiva tal como para poder dejar de vacunarnos, por lo que esta práctica podría quedar arraigada en nuestra sociedad: «Por el momento, la vacunación periódica, adaptada a las nuevas variantes, será la regla», concluye el experto.