Los 6 errores más comunes al hacer café
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¿Qué es lo primero que hacen millones de personas en todo el mundo nada más despertarse? Acudir a la cocina y prepararse una taza de café para comenzar el día lo más despiertos posible. Es algo más que una tradición o una costumbre arrancar la jornada con esta bebida tan popular que empezó a venderse en occidentes en el siglo XVII. Mucha gente se pregunta qué haría si se lo suprimiesen de su dieta. En cualquier caso, aunque parezca una tarea sencilla, no todo el mundo consigue hacer un buen café en su casa. Hay una serie de condiciones que deben respetarse. A continuación te detallamos los 6 errores más frecuentes.
1-Escoger un café de calidad
El café que toman la mayoría de los españoles se le conoce como torrado o torrefacto. Durante la etapa de tueste a estos granos se les echa azúcar. Esto consigue que disminuya la calidad del café y que presente un toque más amargo. Esto es algo que desconocen la mayoría de aficionados a esta bebida. Empezó a realizarse este procedimiento a raíz de la escasez de café en la posguerra, ya que se necesitaban menos granos y el producto se abarataba. Los expertos en la materia aseguran que el de mayor calidad es el natural y 100% arábica. Por lo tanto, merece la pena gastarse un poco más en la cesta de la compra si con ello nos garantizamos un artículo más rico y de más calidad.
2-Moler los granos al instante
Otro fallo muy común es el que hace referencia al molido. Muchos prefieren comprarlo ya molido por la comodidad que implica. Sin embargo, lo que desconoce la gente es que muchas de las propiedades del café desaparecen a las dos horas de ser molido. Lo adecuado es que cuando se haga esta operación lo metamos en la cafetera. Entre otras cosas esto nos permitirá disfrutar de un mayor olor, textura y sabor. Posiblemente alguna se haya dado cuenta que el café nada más abrirlo del paquete sabe mejor que el resto. Al estar envasado al vacío mantiene sus beneficios, pero con el paso de los días irá perdiendo estas propiedades.
3-Siempre leche entera
Hay un importante número de personas que deciden tomarse el café con leche para reducir su sabor o aroma. En ese caso, lo adecuado sería utilizar la leche entera, nunca desnatada o semidesnatada. Aunque parezca una tontería, también resulta muy importante el tipo de leche, ya que en realidad lo que se pretende es conseguir una emulsión de las dos bebidas, que es posible gracias a la grasa de la leche. Cuando quieras un buen cortado, no te olvides de una leche de calidad.
4-Cuál es la mejor cafetera
Hay una tendencia a fijarse en exceso en los modelos de las cafeteras, relegando a un segundo plano la calidad del café. Sin embargo, las máquinas no resultan tan importantes como algunos explican. En realidad podrás encontrar en el mercado una gran variedad de marcas y estilos de cafeteras, pero tener la más cara no te garantiza un mejor café. Intenta comprar una que se ajuste a tus necesidades. Aunque aporten mucha comodidad y rapidez, algunos descartan las cafeteras de cápsulas por no conseguir el sabor deseado.
5-Limpieza de la cafetera
Cada vez que utilicemos la cafetera hay que limpiarla correctamente para que no queden restos de café para la siguiente preparación. De lo contrario habría una cierta contaminación que alteraría su sabor. Por lo tanto, nos esmeraremos en limpiarla en profundidad y secarla correctamente después de cada uso. Hacemos mucho hincapié en el secado porque así se evita que el café se humedezca antes de lo normal y pueda mantener sus propiedades.
6-¿Con azúcar o sin ella?
El verdadero café no lleva azúcar. Al parecer, según cuentan los expertos, un buen café no presentará un sabor amargo ni será necesario echarle azúcar. En cualquier caso, esto no supone una obligación. Al que le guste puede echar una cucharadita o endulzarlo con sacarina, por ejemplo. En cualquier caso, la recomendación pasa por echar el azúcar al final para conseguir que la combinación sea la adecuada. Los más atrevidos incluso se atreven con la miel para endulzar.
¿Conocías todas estas recomendaciones sobre el café? ¿Y tú cómo prefieres tomarte tu taza de café?