Dra. Débora Nuevo: «La astenia primaveral provoca problemas de sueño, cefaleas, mareos y dolor articular»
Fact checked
Este artículo de OkSalud ha sido verificado para garantizar la mayor precisión y veracidad posible: se incluyen, en su mayoría, estudios médicos, enlaces a medios acreditados en la temática y se menciona a instituciones académicas de investigación. Todo el contenido de OkSalud está revisado pero, si consideras que es dudoso, inexacto u obsoleto, puedes contactarnos para poder realizar las posibles modificaciones pertinentes.
Los cambios de estación, en particular el cambio de invierno a primavera, pueden afectar al organismo de diversas maneras. Según la Sociedad Española de Alergología en Inmunología Clínica (SEAIC) la primavera es una de las estaciones más críticas para las personas que sufren de alergias. Durante esta época del año, las plantas comienzan a florecer y liberar polen en el aire, lo que puede provocar síntomas de alergia, como estornudos, picazón en los ojos y la garganta, y congestión nasal.
Además, según informan desde la Clínica Mayo, los cambios de temperatura y presión atmosférica asociados con el cambio de estación pueden provocar dolores de cabeza y migrañas en algunas personas. También se ha demostrado que los cambios de estación pueden afectar el estado de ánimo y el bienestar mental, especialmente en personas que padecen trastornos afectivos estacionales.
Por lo tanto, parece que los cambios de estación, en particular el cambio de invierno a primavera, pueden afectar significativamente a la salud, por eso OKSALUD entrevista a la Dra. Débora Nuevo Ejeda, especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Nuestra Señora del Rosario de Madrid para que nos explique cómo afecta la primavera a nuestro organismo.
PREGUNTA.- ¿Cuáles son los efectos más comunes que la primavera puede tener en la salud?
RESPUESTA.- Los cambios de temperatura, de exposición a luz solar e incluso de presión atmosférica, pueden desencadenar lo que comúnmente conocemos como astenia primaveral. Aunque no es considerada como una enfermedad propiamente dicha, entre sus síntomas encontramos alteraciones del estado general con sensación de debilidad, problemas de sueño, dificultad para la concentración, cefaleas y mareos e incluso dolor articular y muscular. No podemos dejar de nombrar también la archiconocida alergia estacional. La floración primaveral, promueve la volatilización de pólenes de diferentes especies vegetales que provocan rinorrea, picor ocular, estornudos, e incluso desencadenar crisis asmáticas en personas susceptibles.
P.- ¿Hay alguna enfermedad que sólo se produzca debido a la primavera o que la cause la primavera?
R.- Propiamente dicho así no, pero, claramente, algunas alergias se producen casi exclusivamente en primavera, por ser la época de floración. En otras estaciones del año, estos pólenes no están circulando y por lo tanto no producen reacciones secundarias en el cuerpo humano. Pero depende fundamentalmente también de la zona en la que nos encontremos y de la vegetación existente en ella.
P.- ¿Cuáles son las alergias más comunes asociadas con la primavera?
R.- Dependen mucho de la zona geográfica, pero principalmente y de forma general, predominan la alergia a gramíneas, olivo, arizónicas y plátano de sombra.
P.- ¿Cómo pueden las personas prevenir o reducir las irritaciones de la piel durante la primavera?
R.- Hay que evitar paseos prolongados por campos o parques. Es mejor pasear por la playa ya que, con la humedad, hay menos partículas en suspensión. También es conveniente usar mascarillas y gafas de sol porque ayudan a filtrar partículas y hay que evitar el contacto con la mucosa ocular. Además, es necesario lavarse con frecuencia los ojos con solución salina para ayudar a retirar restos de polen.
P.- ¿Cómo afecta el cambio de estación a los pacientes con enfermedades crónicas, como la diabetes o la hipertensión? ¿Cuáles son los riesgos para la salud asociados con el exceso de calor?
R.- Con el calor, fisiológicamente baja la tensión por lo que pueden necesitar dosis menores de antihipertensivos. Y en personas con tensión arterial normales o bajas pueden producirse mareos o incluso desvanecimientos. Por otra parte, los diabéticos son más susceptibles al calor, no son capaces de termorregular fisiológicamente igual de bien y en ellos es especialmente necesaria una hidratación adecuada. Los riesgos más comunes asociados al calor son las deshidratación, la alteración de iones, los mareos, la hipotenisón, el cansancio o la confusión.
P.- ¿Qué recomendaciones generales tiene para mantener una buena salud durante la primavera?
R.- Lo primero, hay que evitar salidas en las horas de mayor calor, entre las 12:00 y las 14:00 horas. También hay que procurar no pasear de forma prolongada por el campo ni por los parques si hay historial de alergia estacional. Conviene protegerse con gafas de sol y/o mascarillas cuando se salga al exterior y usar soluciones salinas en los ojos.
P.- ¿Hay alguna investigación en curso sobre cómo la primavera afecta la salud, o sobre cómo se pueden prevenir o tratar las enfermedades asociadas con la primavera?
R.- Hay un nuevo campo en expansión alrededor de las vacunas personalizadas frente a las sustancias alergénicas.
Temas:
- Alergia
- Enfermedades
- Primavera