Qué diferencias hay entre el running y el jogging
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Mucha gente pensará que tanto el running y el jogging significan lo mismo, que se pueden emplear los dos términos para definir el ejercicio de correr. Sin embargo, aunque sean conceptos muy similares, en la práctica realmente no lo son. A continuación te explicamos qué diferencias hay entre el running y el jogging.
Estas dos disciplinas hacen referencia básicamente a correr, pero la intensidad con que se realiza la actividad es totalmente distinta. El jogging es lo que practican aquellos que se ejercitan al trote, a un ritmo muy suave. Su objetivo consiste en realizar ejercicio, sin marcarse objetivos más allá del disfrute y del contenido saludable de la actividad. Sin embargo, los deportistas que se decantan por el running tienen unas ambiciones y muestran una mayor preocupación por el rendimiento y los resultados.
Para distinguir entre un jogger y un runner, vamos a fijarnos básicamente en el ritmo de carrera. Los expertos marcan el límite en los 6:20 minutos por kilómetro. Por debajo de este registro se practicará running, mientras que por encima será jogging. Estos dos términos se pueden considerar más bien recientes, ya que hasta hace unos años lo que se empleaba para definir la actividad de correr era footing, palabra que ha caído prácticamente en el olvido.
Más diferencias para distinguirlos
Por la calle nos encontramos a diario con muchas personas que salen a correr, pero no sólo habrá que fijarse en la intensidad de la carrera para distinguir qué clase de corredor es. También hay otros aspectos que les diferencian. En el caso de los runners, estos suelen salir a entrenarse a conciencia, con un calzado y una indumentaria adecuados. Nada que ver con los practicantes de jogging, que optan por algo más sencillo como un chándal, materiales de algodón y unas zapatillas que no son exclusivas para correr. No reúne las condiciones adecuadas para realizar este tipo de actividad, sobre todo porque el riesgo de lesión es mayor debido al calzado.
Mientras que los amantes del running se lo toman muy en serio, con gadgets tecnológicos, mallas, camisetas técnicas y zapatillas especiales, los jogger parecen más aficionados. Además, estos suelen salir a entrenar a un parque cercano sin ningún plan establecido y van improvisando la sesión sobre la marcha, en función de sus sensaciones. Los que hacen running suelen seguir un plan de entrenamiento y al cabo de la semana realizan unos cuantos kilómetros, intentando posiblemente ponerse a punto para alguna competición cercana.
Los del jogging salen a correr por motivos de salud y porque quieren sentirse a gustos con ellos mismos. Se tratan de dos disciplinas basadas en correr, aunque tienen poco en común en lo que se refiere a características y objetivos. Puede que te haya quedado alguna duda, pero sí te fijas en su ritmo, comprobarás que unos van más rápido que otros. Esto, en gran medida, se debe a que los runner entrenan con más regularidad y se preparan a conciencia con vistas a una carrera o competición, algo que no entra en los planes de los otros.