4 consejos para que el estrés no nos engorde
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Hay gente que cuando le toca enfrentarse a situaciones complicadas tiene la necesidad de comer compulsivamente. El estrés es uno de los grandes responsables de que consumamos más calorías de las debidas. Este estado de ansiedad se asocia al impulso de comer y casi siempre acabamos decantándonos por aquellos que son ricos en grasas y azúcares, pero carecen de nutrientes para nuestro organismo. Hoy te daremos 4 consejos para que el estrés no nos engorde.
Una despensa con alimentos saludables
Se trata de algo muy sencillo en la teoría, pero que cuesta materializar en la práctica. Resulta mucho más sencillo que acabemos picando entre los alimentos hipercalóricos cuando tenemos la despensa y el frigorífico cargado de productos ricos en azúcar y grasas. Cuando nos encontremos un poco nerviosos intentaremos ‘refugiarnos’ en ellos. En este caso bastará con sustituir los productos que más engordan por otros más saludables.
Procura meter en la nevera toda la fruta que quieras. Podrás picar entre horas sin preocuparte por los kilos de más. Los frutos secos también son una buena alternativa.
Abordarlo desde otro enfoque
En muchas ocasiones la causa del estrés se debe más a nuestro propio enfoque que a la situación en si. Lo que para nosotros puede resultar un problema o algo estresante, para otra persona es algo normal. Se trata de confiar un poco más en nuestra capacidad a la hora de afrontar las situaciones más complicadas. Si nos pasamos todo el día lamentándonos de todo no resolveremos nada. Hay que centrarse en la búsqueda de soluciones.
Por lo tanto hay que afrontar la vida de una manera optimista. Tenemos que estar abiertos a aprender nuevas cosas, aceptar retos y comprometernos con alguna causa.
Practicar ejercicio
Para combatir el estrés y la ansiedad una buena solución es el ejercicio físico. Durante la actividad generaremos endorfinas y cuando acabemos estaremos más relajados, rebajando los niveles de cortisol, que es una hormona que se liberta para combatir el estrés. Tampoco hay que excederse a la hora de practicar un deporte, ya que puede darse el caso que nos impliquemos en exceso y acabemos generando una situación de mucha ansiedad porque busquemos resultados con inmediatez.
Lo importante es que encontremos un deporte en el que nos sintamos a gusto y que se adapte sin problemas a nuestros horarios y necesidades. No te lo tomes como una obligación más, ya que te provocaría angustia. Se puede incorporar a nuestra vida como una afición más.
Evitar los excitantes
No trates de combatir el cansancio y el exceso de actividades con varias tazas de café. No se trata de la mejor idea precisamente. Si tomas mucha cafeína, sobre todo a partir de la tarde, comprobarás como resultará dañada la calidad del sueño y te alterarás con más facilidad.
En las épocas de más tareas y fatiga no conviene excederse con los refrescos de cola, el chocolate, el té o el café. Siempre te resultará más beneficiosa una infusión que te ayude a descansar mejor por las noches. Trata de hacer la prueba.