El atípico maratón de la Gran Muralla China

Algo más de 2.500 participantes se dieron cita el pasado fin de semana en el atípico maratón de Gran Muralla China, en donde los corredores, además de cubrir los 42 kilómetros tuvieron que enfrentarse a los 5.164 escalones de este impresionante monumento. Se trata de una carrera muy dura, pero también espectacular por los tramos que realiza a su paso por Huangyanguan.

Presencia de 27 españoles

En total hubo 2.530 corredores, que llegaron procedentes de más de 60 países, de los cuales 27 eran españoles. No obstante, siempre suele haber mayoría de Estados Unidos, China y Francia. La dificultad de algunos tramos de la Muralla China obliga a los presentes incluso a andar. Esta prueba surgió a raíz de una iniciativa de la agencia de viajes danesa Albatros. Uno de los organizadores, Kent Wang, asegura que disputar este maratón «es como correr sobre la Historia». En los últimos años sólo tuvo que suspenderse una vez a consecuencia de la epidemia de Sars en 2003.

Con la dureza del ultramaratón

La preparación para disputar esta carrera se asimila más bien a la de un ultramaratón. Pese a que el recorrido son 42,195 kilómetros, para muchos resulta más largo debido a la dureza mental que supone afrontar esos escalones. Son cinco kilómetros de subidas y bajadas por este sinuoso monumento, en donde las fuerzas se van quedando por el camino a medida que se empina. A diferencia de otros maratones, los participantes invierten bastante más tiempo a la hora de realizarlo. El récord de la prueba se encuentra en las 3 horas, 9 minutos y 18 segundos, una marca muy lejana por ejemplo a la plusmarca mundial que se encuentra en 2:02:57 y que está en poder del keniata Dennis Kimetto en Berlín. El mejor registro del maratón de China lo tienen tres corredores. En la edición de 2013 rebasaron la línea de meta de la mano el griego Dimitris Theodorakakos, el estadounidense Jorge Maravilla y el neozelandés Jonathan Wyatt.

Ambiente festivo

Pese a tratarse de una carrera muy dura, siempre impera el ambiente de fiesta en este maratón, donde resulta habitual encontrarse a participantes disfrazados, bailes en la línea de salida o grupos de amigos que deciden afrontar el reto juntos. La carrera cuenta con tramos especialmente peligrosos por las distintas alturas que presentan los escalones, lo que obliga a la mayoría de los participantes a detener la carrera y afrontar esta zona caminando. Incluso en algunas torres de vigilancia se generan pequeños tapones, que algunos corredores agradecen para descansar y tomarse un pequeño respiro. Además de celebrarse la prueba por la Gran Muralla, también transcurre por carreteras, circuitos por pueblos y pistas pedregosas. Los vecinos de esta zona apenas se inquietan por la presencia de una marea de corredores. Eso sí, lo más pequeños no dejan de animar a los corredores. En años anteriores los atletas españoles también ocuparon lo más alto del podio como fue el caso de Luis Alonso y Salvador Calvo, en 2013 y 2007, respectivamente, además de Sofía García, que se impuso en la carrera del año pasado. Sin duda, es una prueba para los más fuertes.