6 consejos para evitar dejar de correr el primer día

Para empezar a correr solo hace falta voluntad. Es cuestión de ponerse las zapatillas y ropa de deporte para hacer nuestros primeros kilómetros al trote. Nosotros te damos 6 consejos para evitar dejar de correr el primer día, algo que suele ocurrir muy frecuentemente con aquellas personas que pecan de ambiciosos y que posiblemente se marquen unas metas demasiado altas, además de querer conseguir resultados muy rápidos.

Empieza a correr suave

Notarás una sensación muy extraña los primeros días, sobre todo si nunca has corrido. Para empezar se recomienda alternar el running con la caminata. Es decir, que por cada minuto que corramos, haremos 5 caminando. Esta cifra puede ir variando en función de nuestro estado de forma. No todo el mundo empieza al mismo nivel. Otros podrán correr 10-15 minutos y acabar con buenas sensaciones. Lo que se busca realmente es acabar cansados pero dispuestos a realizar al día siguiente otra salida. Los primeros días puedes probar sobre una cinta de correr.

Intenta buscar algún compañero

Siempre te resultará mucho más cómodo salir a entrenar con alguien de tu nivel. Supone una manera más de motivarte, sobre todo en las primeras sesiones. Seguro que puedes disfrutar de la compañía y además cuando atravieses por un momento de bajón físico podrás juntarte a la otra persona para que te sirva de ‘liebre’.

Emplea material bueno

Al principio, aunque no haga falta, siempre se recomienda utilizar material adecuado y especializado para la práctica del running. Intenta acudir a un establecimiento especializado en donde te puedan asesorar sobre las zapatillas más adecuadas para ti en función del peso, días de entrenamiento que vayas a realizar y superficies sobre las que vas a ejercitarte. En cuanto a la ropa, procura que sea transpirable para que no retenga el calor y se te empape. Ya no se utilizan las camisetas de algodón.

Sin marcarse objetivos

Empieza corriendo para divertirte y pasarlo bien. También tendrá unas cuantas ventajas para tu salud. Cuando comienzas una actividad como el running no hay que marcarse metas a corto plazo, los objetivos irán apareciendo a medida que vayamos mejorando nuestro rendimiento y nos encontremos capacitados para afrontarlos. Cuando ya tengas unos cuantos meses de entrenamientos ya será momento de apuntarse a una carrera, eso sí, nunca superior a los diez kilómetros.

Adaptación del cuerpo

El cuerpo tiene que ir adaptándose poco a poco a los esfuerzos. No intentes correr el primer día con intención de correr un maratón. Más importante que la propia distancia es el tiempo que se destina al entrenamiento. No te obsesiones tampoco con los kilómetros que realices ni con las marcas. Todo llegará con el tiempo.

Calentar y estirar

Antes de realizar cualquier actividad física hay que calentar los músculos para que estén preparados para soportar el entrenamiento y una vez que finalice la sesión dedicaremos al menos diez minutos a los estiramientos. Conseguirás unos músculos más flexibles y evitarás la aparición de molestias inesperadas. También te servirá para prevenir las agujetas, que resultan muy frecuentes durante los primeros entrenamientos de running. Recuerda tomarte las cosas con calma en los inicios.