Javier Cárdenas pone de manifiesto este miércoles en Levántate OK la catadura moral de los hombres de Pedro Sánchez y del Partido Socialista, «como la de Ximo Puig estos días» en los que tras abominar del proyecto de Isabel Díaz Ayuso en Madrid que han seguido Juanma Moreno en Andalucía, Alfonso Rueda en Galicia y López Miras en Murcia, de reducir el IRPF para compensar la escalada de la inflación (deflactar), ha cambiado por completo de opinión y va a hacer lo mismo que los citados barones populares en la Comunidad Valenciana.
Cárdenas pone en relieve el cambio de opinión del presidente de la Generalitat Valenciana cuando le dicen: «Oye, es que esto, te va a dar réditos políticos, que si apoyas bajar los impuestos te dará votos». «¿Cómo? ¡Me apunto!». Cárdenas parafrasea en este punto a Groucho Marx: «Estos son mis principios, pero si no les gustan, tengo otros, y otros, y otros…». «Porque sólo les mueve estar en el poder, y porque cuando lo abandonan, nadie les hace una auditoría, porque no se persigue absolutamente nada de lo que roban: mira la familia Pujol, qué tranquila está, o los de los ERE de Andalucía, esperando el indulto», enumera Cárdenas.
Y es que el presidente de la Generalitat valenciana, Ximo Puig, el mismo que todo este tiempo ha estado acusando a Madrid de realizar dumping fiscal y que hace sólo cuatro días proponía penalizar en el reparto de la financiación autonómica a las comunidades que bajaran impuestos, ha anunciado una batería de medidas que tendrá efectos con carácter retroactivo desde el 1 de enero de 2022. Entre ellas, aumentar en un 10% la cuantía exenta de tributación a todos los valencianos, «el máximo que permite la norma»; una nueva tarifa autonómica del IRPF para 2022, con nuevos tramos adaptados a la inflación, y la ampliación en un 10% de «todas las deducciones y bonificaciones fiscales». Puig ha hecho hincapié en que estas medidas van dirigidas a los contribuyentes que cobran menos de 60.000 euros; es decir, 1,34 millones de valencianos.