Unos tanto y otros tan poco

Unos tanto y otros tan poco

Creo que Abdón se equivoca al no impedir homenajes a destiempo antes de habar amarrado la permanencia. También quienes lo han promovido, secundado y apoyado. Pero puesto que ya expresé mi opinión al respecto hace dos días, solamente añadiré que, en general, recelo de cualquier festejo en vísperas de partidos importantes.

Hay que estar en lo que hay que estar y aunque el Mallorca depende de si mismo para alcanzar su objetivo, o debería, es inevitable no recibir nada menos que al Real Madrid sin mantener un ojo en Cádiz donde, al contrario que Ancelotti, Xavi anuncia rotaciones en el Barça. Otra manera, una más, de manipular la competición. Hace años que la Real Sociedad ya evitó el descenso del Villarreal al alinear en El Madrigal a una mezcla de suplentes y juveniles. No es lo mismo que te visite el dentista, según Joaquín Caparrós, que quien se presente sea su enfermera.

No sería la primera vez que los del Paseo de la Castellana o de La Habana, según el lado del estadio, caen son Son Moix, que solo tiene la del Cami dels Reis, antes, durante y después de Florentino Pérez, antiguo visitante de Puerto Portals donde, en su yate Pitina, gestó tantos negocios como en el palco del Santiago Bernabéu. Sin embargo la diferencia sustancial, entre otras muchas no, muchísimas, respecto a su anfitrión, es que Ancelotti dispone de futbolistas que, en menos de un minuto y por si mismos, deciden un partido, mientras Javier Aguirre tiene que estudiar álgebra para encontrar algún delantero con puntería garantizada al tiempo que arma un entramado defensivo que, eso si, parece haber recuperado una solidez a la que a lo largo de esta temporada se ha echado de menos.

No hay lesionados aquí, ni allá. Algún que otro cansado, lo nieguen o no. Aun así es probable la reaparición de Militao, que Modric salga inicialmente e incluso Ceballos, por qué no, pero también Brahim, Güler, Lucas y por supuesto Vinicius y su cruzada antirracista. Todo depende del transcurso del juego y el cronómetro. Me temo que el técnico local no disponga de tantas opciones y recursos deportivos ni, evidentemente, presupuestarios.

Del árbitro ya supimos ayer. Sánchez Martinez, heredero de Mateu Lahoz en el ranking del arbitraje español aunque menos peculiar ni discutido, dirigirá su décimo quinto encuentro de la liga en curso. Una media de cinco amarillas por actuación y una roja cada cinco. Ocho victorias caseras, cinco visitantes y solo dos empates. Implacable ante tiempos perdidos. No hablemos de protestas. En boca cerrada no entran moscas, ni tarjetas. Siempre que el rasero sea igual para todos.

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