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Adiós al moho de las paredes: el truco infalible que usan los pintores y que lo elimina de golpe

Truco para eliminar el moho en las paredes
Janire Manzanas
  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Encontrar manchas oscuras en las esquinas de las paredes o en los techos va más allá de la estética: muchas veces estamos ante un problema de moho, y no se resuelve simplemente pintando encima. Este enemigo silencioso prolifera en ambientes húmedos y poco ventilados, y aunque al principio puede parecer inofensivo, con el tiempo puede causar daños en los materiales y afectar incluso la salud. Por eso, es fundamental conocer el truco de los pintores para eliminar el moho de las paredes y evitar que vuelva a aparecer.

Lo primero es identificar el origen de la humedad. Muchas veces, el moho no es más que el síntoma de un problema mayor: una filtración, una fuga, o una mala ventilación. Si sólo nos concentramos en la mancha visible sin solucionar la causa, el hongo reaparecerá sin importar cuántas capas de pintura apliquemos.

El truco definitivo para eliminar el moho de las paredes

Uno de los factores más determinantes en la aparición del moho es la falta de circulación de aire. Las habitaciones que permanecen cerradas la mayor parte del día, sin ventanas o con ventilación deficiente, se convierten en el caldo de cultivo ideal para que las esporas de moho se desarrollen.

Abrir las ventanas a diario, instalar extractores en baños o cocinas y considerar sistemas de ventilación mecánica en sótanos puede reducir la humedad ambiental. Estos sistemas, además de mejorar la calidad del aire interior, ayudan a conservar en mejor estado la pintura y los materiales de construcción.

Guía completa

Para aplicar el truco de los profesionales para eliminar el moho de las paredes, una vez localizado el problema, hay que limpiar la superficie afectada.  Los pintores con experiencia utilizan soluciones específicas, como mezclas de agua con ácido oxálico, que ayudan a eliminar completamente las esporas del moho sin dañar las superficies.

Esta solución es menos agresiva que otros productos químicos fuertes, pero igual de efectiva. Sin embargo, es fundamental seguir las indicaciones de uso, utilizar guantes, y proteger ojos y vías respiratorias. En paredes de yeso o materiales porosos, es aún más importante asegurarse de que la zona esté completamente seca antes de continuar con los siguientes pasos.

Muchas personas tienden a saltarse este paso por desconocimiento o por ahorrar tiempo y materiales. Sin embargo, la imprimación cumple una función crucial: actúa como barrera protectora contra la humedad y ayuda a que la pintura se adhiera de forma más uniforme y duradera.

Existen imprimaciones específicas para paredes con problemas de moho o humedad. Estas fórmulas contienen aditivos antifúngicos que impiden el crecimiento de nuevos microorganismos. Aplicar una capa generosa y permitir que se seque completamente antes de pintar marcará la diferencia entre un trabajo que dure meses y uno que se mantenga intacto por años.

No todas las pinturas son aptas para ambientes húmedos. Las pinturas tradicionales, aunque sean de buena calidad, no están diseñadas para resistir el vapor constante o las salpicaduras que se producen en baños y cocinas. Por eso, es fundamental optar por pinturas antimoho o antihumedad, que ya vienen preparadas con componentes que previenen la proliferación de hongos y bacterias.

Estas pinturas no sólo ofrecen protección, sino que además permiten una limpieza más fácil y soportan mejor los cambios de temperatura y humedad. Su uso no se limita al baño: también son recomendables en sótanos, lavanderías o habitaciones con poca luz y ventilación. Aplicarlas durante los meses secos, como primavera o verano, asegura un secado más rápido y uniforme.

Más allá de la pintura, a la hora de colocar papel pintado, lo ideal es optar por versiones transpirables, que permitan que el vapor de agua se disipe en lugar de quedar atrapado en la pared. El uso de materiales que «respiran» es clave en ambientes con poca ventilación natural.

Además, hay que evitar los acabados selladores o plásticos que puedan crear una capa impermeable desde el interior. Aunque parezca contradictorio, esto puede agravar el problema en vez de solucionarlo, ya que la humedad buscará otros puntos por donde salir.

Impermeabilizar desde el interior y el exterior

En muchas viviendas, especialmente aquellas situadas en zonas con mucha humedad ambiental o en plantas bajas, el origen del moho no siempre está relacionado con la actividad diaria dentro del hogar. En muchos casos, la humedad proviene del exterior y se filtra a través de muros, cimientos o incluso del suelo. Estas filtraciones pueden ser imperceptibles al principio, pero con el tiempo generan condiciones propicias para la aparición de manchas de moho, malos olores y, en casos más graves, daños estructurales.

Para evitar este tipo de situaciones, los expertos recomiendan aplicar productos impermeabilizantes que actúan como barreras protectoras frente al agua y la humedad. Estos productos están diseñados para adaptarse a distintos tipos de materiales y se pueden aplicar tanto en superficies internas como externas. Se debe cubrir completamente la zona, sin dejar espacios descubiertos y respetando los tiempos de secado indicados por el fabricante. Una aplicación parcial o incorrecta puede reducir significativamente su efectividad.

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