Toca demostrar lo que todos sabemos que es verdad

Toca demostrar lo que todos sabemos que es verdad

Tanto la Fiscalía como la Guardia Civil ya han comunicado su intención de llegar hasta el final en la conexión entre el CDR detenido con explosivos y el presidente de la Generalitat, Quim Torra. Ambas instituciones están convencidas de que existen pruebas concluyentes que relacionan los preparativos del atentado diseñado por los radicales separatistas y determinados organismos de la administración catalana bajo mando de Torra. No en vano uno de los siete encarcelados por delitos de terrorismo ya apuntó directamente a la figura del jefe del Ejecutivo catalán, a quien acusó de estar al tanto de sus intenciones. «A mí me dicen que Torra lo sabía», aseguró.
El convencimiento de la Guardia Civil y la Fiscalía se sustenta, además, en la probada falta de actuación de los Mossos en la investigación de los CDR -no prestó ni la más mínima colaboración a la Guardia Civil-; la posible presencia del CNI catalán -Cesicat- en los preparativos violentos de este CDR, también delatada en la investigación; y las informaciones referentes a encuentros de los miembros del comando con la hermana de Carles Puigdemont. Indicios más que suficientes como para llevar hasta el final la línea de investigación sobre la conexión política del CDR detenido.

Tan claro lo tiene la Benemérita que no aceptará ningún condicionante ni presión políticos. La reunión mantenida por los mandos de este cuerpo en el Ministerio del Interior con su máximo responsable Fernando Grande Marlaska sirvió para evidenciar su determinación de no detener la investigación hasta comprobar si esa conexión, como parece, es totalmente cierta.

Y es aquí donde entra la estrategia política del Ejecutivo de Pedro Sánchez. Como ya anunció OKDIARIO, conocedor de la voluntad de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado de no plegarse a ningún escenario político, el PSOE ha pactado ya con Esquerra dirigir la crítica hacia Quim Torra y el PDeCAT y bajar el perfil de ERC. Un plan de blanqueo de los independentistas republicanos consistente en cargar todas las culpas sobre los hombres de Carles Puigdemont. Dicho de otro modo: Sánchez salva a ERC y ERC salva políticamente a Pedro Sánchez favoreciendo su eventual investidura.

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