El suicidio energético de España
Con la situación política actual, si esa dictadura verde que manda en el Género, en el Feminismo y en muchos ámbitos (como lo demuestran las últimas leyes del sí es sí, Bienestar Animal o Ley Trans), continúa imponiendo sus criterios y soluciones en los temas energéticos estamos preparando el suicidio energético de España.
La intención para el Gobierno es electoralista, mediante la propaganda de autoproclamarse campeones en la transición ecológica o la promesa de crear puestos de trabajo con el hidrógeno verde en La Robla (León) o en Lloseta (Mallorca), por poner algún ejemplo.
Recordemos la burbuja de renovables de Zapatero, que terminó con una deuda descomunal, España superó todos los planes de energías renovables de Europa, con el objeto de ser los más verdes y tener excusa para invadirnos con las centrales de ciclo combinado de gas, su nefasta solución como respaldo de las renovables, que solamente son útiles un 25% de las horas del año.
Cuando llegó la invasión de Rusia a Ucrania y el desorbitado precio del gas, se percibió en todos los bolsillos de los españoles un doble castigo, la subida del precio de la luz y la inflación desorbitada, consecuencia del incremento del precio de la energía que tienen que soportar las empresas, que se traslada después a los productos que consumimos.
Todo esto no es más que la constatación de la inutilidad de la burbuja de renovables de Zapatero después de haber gastado 170.000 millones de euros.
La esclavitud energética de España
La intromisión de la ideología verde y el inicio de la esclavitud energética tienen sus orígenes después de la muerte de Franco, al poner fin al Plan energético propio, con renovables hidráulicas, con energía nuclear y carbón, cuando la energía verde representaba nada menos que el 70% de la producción y todo era español, con la luz más barata de Europa a pesar de no tener conexiones ni con Francia ni con Marruecos ni con Argelia y una seguridad de suministro del 100%.
En la época de la Transición, sobre la izquierda sobrevolaban dos fantasmas, el pánico a los militares que habían ganado la guerra y que muchos de ellos estuvieron en las cruzadas anticomunistas con la División Azul, y el miedo a los americanos, los antagonistas de Rusia. Esta situación influyó en la propaganda antinuclear y pro-gas, que casualmente venía de un país comunista de la órbita rusa (Argelia). En los años 70 Rusia tenía aparcados en Argelia la mayor concentración de tanques del mundo.
Nunca se ha explicado que Felipe González, en la época de la UCD, hiciese frecuentes viajes a Argel y al ser presidente del Gobierno, firmara el contrato con la empresa de gas SONATRACH, que las malas lenguas dicen que pagó la campaña que le llevó al poder.
Para esclavizar a España con la energía, en primer lugar, había que cambiar los planes americano-españoles de construir 17 centrales nucleares, trabajo en el que colaboró ETA, secuestrando y matando a nueve personas de la central nuclear de Lemóniz y saboteándola cientos de veces, hasta que Felipe González firmó en 1984 la moratoria nuclear. En segundo lugar, abandonar paulatinamente el carbón y, en tercer lugar, abandonar la industria hidroeléctrica y supeditar España al gas argelino, al sol y al viento. Desde entonces, sufrimos las consecuencias.
Europa y la transición ecológica
Los planes de la transición ecológica se han visto totalmente trastocados por la necesidad de sobrevivir al portazo del gas ruso. Lo primero que se han buscado son fuentes alternativas de gas, en Alemania han puesto en marcha centrales térmicas de carbón a trabajar o han ampliado su capacidad minera, o en Bélgica van a aumentar la vida de sus centrales nucleares, o en Francia van a acelerar la fase de mantenimiento de esas centrales, o en Inglaterra van a volver al fracking… Muchos alemanes se preguntan si ha merecido la pena destrozar el paisaje de Alemania con las renovables para tener que volver al carbón y las nucleares.
España y la transición ecológica
En España parece que no hemos aprendido nada, según detalla un directivo de una eléctrica: «El Plan Nacional Integrado de Energía y Clima se basaba en la existencia de una serie de tecnologías que darían respaldo al sistema». Según este directivo «no puedes confiar en un plan que está basado en tecnologías que no existen, por ejemplo, el hidrógeno verde, que ni está ni se le espera, y lo único que hemos hecho es tirar de los presupuestos generales del estado para poner el tope del gas, que al final lo pagamos todos».
Por otra parte, es fácil observar que el Gobierno utiliza la televisión para vendernos las bondades de las renovables anunciando a bombo y platillo o contar el cuento del gaseoducto con Francia, que podía servir para el hidrógeno verde, cuando el gaseoducto es incompatible con el hidrógeno.
De forma que volvemos a las andadas pasando de la burbuja de renovables de Zapatero al acelerón verde de Sánchez multiplicando las licencias de renovables intermitentes, (como en la época de Zapatero) y creando un jugoso mercado de licencias sujeto a sus correspondientes corruptelas para los conseguidores que las pueden vender después.
Cuando toda Europa está intentado disminuir la dependencia del gas, aquí Sánchez con su acelerón verde y su incremento de renovables intermitentes eólica y solar lo único que hace es aumentar la dependencia del gas, actual energía de respaldo de las renovables.
Los españoles tienen derecho a exigir un plan energético serio, no como la ley del sí es sí, los trenes que no pasan por los túneles o los cuentos del hidrógeno verde o el gaseoducto con Francia con una inversión inviable y con Francia pudiendo producir hidrógeno rosa mucho más barato utilizando la electricidad producida por sus nucleares, además de conseguir soberanía energética. En la nueva legislación de Estados Unidos, para su transición ecológica exigen que todo se fabrique en América.
La luz y el estado del bienestar
Con las exigencias de la transición ecológica, el gas está sentenciado, (en muchas ciudades de California hace varios años que la normativa municipal prohíbe el gas en los edificios de nueva planta) de forma que hay que pasar del sistema de respaldo de las renovables con el gas a un sistema de acumulación que no necesite el gas, además de parar el incremento de renovables intermitentes eólica y solar e incrementando las renovables seguras, la hidráulica y la biomasa, opinión compartida por Red Eléctrica, que no puede gestionar adecuadamente la aportación energética de las renovables, lo que se traduce en millonarias pérdidas debido a los vertidos (desconexión de las renovables al no ser necesaria su producción), situación que se multiplica, a más renovables, más vertidos. O sea, que no solamente la luz está a un precio alto, sino que Red Eléctrica la tiene que tirar). Spain is different.
Hay muchas formas de contribuir a la transición ecológica sin arruinar el paisaje y el bolsillo de todos los españoles, con los aerogeneradores y las placas solares, el gas y el hidrógeno. España cuenta con sol, campo, bosques, montañas, agua que se tira al mar (con la capacidad de embalse mayor de Europa gracias a sus 350 pantanos), de forma que utilizando inteligentemente esos elementos se pueden evitar muchos problemas.
Algunos ejemplos:
Biomasa: Los macro incendios forestales en España han quemado cerca de 300.000 hectáreas de bosque en 2022, lo que equivale a 30.000.000 de toneladas de biomasa, que transformadas en MW/h son 30.000.000 de MW/h, que a 100€ MW/h son 3.000 millones de euros tirados a la basura, además de las pérdidas materiales y paisajísticas y la contribución a la disminución de la capa de ozono de la atmosfera mucho más dañino para el cambio climático que el CO2.
El presidente de Aragón, consciente de los votos que va a perder por la destrucción del Maestrazgo con los molinos, apuesta por la biomasa como alternativa.
Biocombustible: Con el sistema CANTAMER se pueden recuperar cientos de hectómetros cúbicos de agua que ahora se tira al mar (ver artículo de OKDIARIO) Con el sol y esa agua se pueden producir cientos de miles de toneladas de biocombustible creando riqueza y sin necesidad de estropear el paisaje.
Minicentrales mixtas termosolar y biomasa En la España vaciada se pueden implantar hasta 500 minicentrales mixtas termosolares y biomasa con el apoyo del metano de las granjas. Estas unidades con 50 MW de potencia, resultarían en 25.000 MW de renovables seguras, que no necesitan el respaldo del gas al poder funcionar todas las horas del año , además de proporcionar miles de puestos de trabajo.
El sistema de respaldar las renovables con centrales de ciclo combinado de gas tiene todas las trazas de ser una idea de los gasistas y de Rusia, que vieron la oportunidad de eliminar la competencia del carbón y las nucleares.
El sistema es un disparate desde el punto de vista económico, ya que equivale a decir que compramos un coche y un segundo coche por si el primero no funciona, de forma que como no nos queda dinero para gasolina terminamos yendo en bicicleta. De forma que para cumplir con la transición ecológica hay que pasar de respaldar a acumular.
Acumulación de energía
Las renovables intermitentes eólica y solar que no funcionan nada más que una cuarta parte de las horas del año la eólica y una quinta parte la fotovoltaica, y para prescindir del respaldo del gas contaminante y costosísimo, necesitan del sistema de acumulación de energía eléctrica que vamos a describir a continuación.
Los sistemas hidráulicos de bombeo consisten es subir agua de un depósito inferior a uno superior cuando las energías renovables intermitentes producen electricidad y soltarlo del depósito superior al inferior turbinándolo y produciendo electricidad cuando las renovables están paradas.
Según un estudio de la ANU (Universidad Nacional Australiana), España es el país ideal para el sistema de bombeo, gracias a sus pantanos y su orografía, es de lejos el sistema más barato para acumular la electricidad de la eólica y solar intermitentes. Iberdrola también considera que España pueda ser la batería de Europa.
Según el escenario de IRENA (Agencia Internacional de Energías Renovables), si el mundo quiere descarbonizarse completamente y cumplir los objetivos climáticos establecidos en el Acuerdo de París, la capacidad instalada de energía hidroeléctrica, incluida la energía hidroeléctrica de almacenamiento por bombeo, debería más que duplicarse para 2050.
En el caso de España, al poder utilizar una buena parte de los pantanos existentes como deposito inferior o superior, el coste de las instalaciones se reduce a la mitad, como lo demuestra el proyecto de La Muela, actualmente en servicio.
Esta opinión también es compartida por Red Eléctrica, que la ven como el mejor sistema para acumulación de energía de las renovables. Si todo esto ya se sabía, cabe preguntarse por qué se abandonó la hidráulica renovable que no necesita gas, para apostar por la eólica y la solar que necesitan del gas.
Desgraciadamente en España la ideología ha cogido un papel preponderante en el diseño del sistema energético y cuando la ideología es más importante que el bolsillo nos enfrentamos a la ruina del país y sus habitantes.
La energía eléctrica (la luz) tiene que ser un capítulo más del estado de bienestar proporcionando a todos los ciudadanos una luz barata y fiable y no tiene que estar supeditado a ninguna ideología o injerencias de otros países encaminadas a disminuir la soberanía energética nacional y supeditarlos a otro interés político o económico, con diseños estratégicos a largo plazo que tengan en cuenta todos los factores que puedan influir, primando la seguridad de suministro y el precio.
Lo anteriormente dicho ratifica la necesidad de poner en espera todos los planes energéticos del Ministerio de Transición Ecológica, el PNIEC y empezar de cero con un nuevo plan, diseñado por organismos neutrales no sospechosos de intereses económicos ajenos al bolsillo de los contribuyentes.
Miguel Ángel Merigó es ingeniero EPFL Suiza y Pedro Cantarero es miembro del Grupo de Trabajo de Industria y Energía en el Congreso de los Diputados.