Solidaridad con la ministra Celaá

Solidaridad con la ministra Celaá

OKDIARIO criticó el pasado viernes editorialmente el hecho de que la ministra de Educación, Isabel Celaá, viajará en avión a Bilbao horas después de que el Gobierno del que forma parte decretara el estado de alarma en Madrid. Desde un punto de vista ético, la huida de la ministra suponía un intolerable agravio a los millones de madrileños confinados por la sectaria decisión de Sánchez. Celaá no estuvo a la altura de la ejemplaridad que cabe exigir a un cargo público, por mucho que después justificara su salida de Madrid con el argumento de que tenía una cita médica.

Dos días después la fachada de su casa de Guecho ha aparecido con pintadas en las que se exige su dimisión. Con la misma contundencia que criticamos su huida de Madrid condenamos el hecho de que su vivienda haya sido objeto de un intolerable ataque a la privacidad de Celaá y su familia. Señalar la propiedad de la ministra con pintadas es un acto reprobable, porque ampararse en el anonimato para marcar la vivienda de cualquiera revela un comportamiento incompatible con la libertad. Eso es totalitarismo en estado puro. El intolerable acto de acoso que ha sufrido Celaá merece la condena de todos los demócratas. Sin matices. Porque una cosa es la crítica por abandonar Madrid en las circunstancias que atraviesan millones de ciudadanos y otra muy distinta señalar el domicilio particular de la ministra con pintadas.

Eso es lo que hacen los proetarras en el País Vasco y los golpistas en Cataluña. OKDIARIO , que condenó la fuga de la ministra de Educación, condena sin matices y de forma categórica lo que no es más que una forma de agresión. Desde el convencimiento de que la propiedad y el ámbito privado son inviolables, este periódico se solidariza con la ministra y expresa editorialmente su más enérgica repulsa por lo ocurrido. Nosotros no somos como Podemos ni Pablo Iglesias. OKDIARIO no cree en el “jarabe democrático” comunista.

Lo último en Opinión

Últimas noticias