Sí tenéis Rey, no tenéis vergüenza

Sí tenéis Rey, no tenéis vergüenza

Los 49 diputados y senadores de los partidos separatistas que  se ausentaron de la sesión de apertura de las Cortes como protesta por la presencia de su majestad Felipe VI previamente habían jurado o prometido acatar la Constitución para poder ocupar su cargo. Lo hicieron “por imperativo legal”, “por lealtad al mandato del 1 de octubre” o “por las trece rosas”, pero juraron o prometieron acatar una Constitución que en su primer artículo dice que “la forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria”, en el segundo que “la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la Nación española”, en el noveno que “los ciudadanos y los poderes públicos están sujetos a la Constitución” y en el 56 que “el Rey es el Jefe del Estado”. Y esto es así tanto si ellos han prometido acatar la Constitución, como si no lo hubieran hecho, pero lo hicieron y gracias a ello Sánchez ocupa la Moncloa.

Se pusieron delante de las cámaras los portavoces de ERC, Gabriel Rufián; JxCat, Laura Borràs; CUP, Mireia Vehí; EH Bildu, Oskar Matute; y BNG, Néstor Rego y demostraron sin que se les notara ni un ápice de vergüenza que son unos perjuros y que tanto ellos como todos los firmantes del escrito deben ser privados inmediatamente de su condición de diputados y senadores por no haber cumplido uno de los requisitos fundamentales para alcanzar la condición plena de parlamentario o, mejor dicho, haberlo hecho en fraude de ley. Sin acatar la Constitución ninguno de ellos podría ser diputado ni senador y al suscribir el escrito que presentaron ayer demostraron que la suya fue una promesa más falsa que la que hizo Rufián cuando aseguró en diciembre de 2015 que en “18 meses” dejaría el Congreso.

El escrito estaba además plagado de unas mentiras tan burdas que sonrojarían a cualquiera mínimamente decente. Dicen que “la sociedad catalana, vasca y gallega rechazan mayoritariamente la figura” del Rey. Y lo dicen unos partidos que apenas tienen la representación de un 8% de los votantes españoles y que hasta en sus Comunidades Autónomas son minoritarios, ya que en Cataluña apenas representan un 42%, en el País Vasco un 18% y en Galicia un 8%. La Monarquía española es la única del mundo que fue sometida a un referéndum popular que fue respaldado por casi el 90 por ciento de los ciudadanos y es mucho más democrática que muchas de las repúblicas que hay en el mundo. Y esta legitimidad de origen es refrendada año tras año en todas las elecciones, ya que los partidos que se declaran abierta o indirectamente republicanos no llegan a recoger el 25% de los votos de los españoles.

Que los separatistas digan que a ellos no les representa el Rey es una mentira que estaría al nivel del trolero ministro Ábalos o de su maestro, el doctor Cum Fraude. Felipe VI “asume la más alta representación del Estado español” según el artículo 56 de esa Constitución que ellos acataron. Asegurar que a ellos no les representa es tan absurdo como si yo dijera que Sánchez no es mi presidente porque ni lo he votado ni me gusta con quien ha pactado para llegar a gobernar sobre mí. Y llegamos así al meollo de la cuestión, porque sin el voto de BNG y las abstenciones de ERC y Bildu, Pedro Sánchez no sería presidente. El Gobierno sustenta su poder en todos estos perjuros a los que se les debería privar inmediatamente de su condición de parlamentarios para, a continuación, plantear una moción de censura que desalojara a socialistas y comunistas de la Moncloa.

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