Sánchez es presidente por el brazo político de ETA
Se está produciendo un blanqueamiento de la banda terrorista ETA por parte del Gobierno de Pedro Sánchez. El actual Ejecutivo quiere hacer modificaciones en la actual ley de abusos policiales. Así, el relato quedaría en que ha habido violencia por las dos partes y vaciaría la superioridad moral de las víctimas del terrorismo pues se igualaría a las víctimas con los verdugos. Esto es un pago más al apoyo del brazo político de ETA —esencial para la llegada de Sánchez al Gobierno— y supone una estocada casi mortal a la maltrecha situación que sufrimos las víctimas del terrorismo.
Esta modificación daría a entender que ETA no es una banda terrorista sino un ente político, que aquí no ha habido unos que mataban y otros que recibíamos sus balas, sino que ha habido violencia por las dos partes… Este es el escarnio que está provocando el actual Gobierno de España. Equipara a víctimas con verdugos. Niega la actividad de ETA y los terroristas consiguen así que prevalezca el «relato del conflicto» que han perseguido desde siempre.
Esto, como familiar de víctima, me duele. La herida sangra y sangra. No recibimos atención médica, sino que nos quieren quitar el respirador y que nos quedemos muertos. Están asesinando a nuestros familiares otra vez. No podemos permitir que ETA gane. El relato debe ser veraz, donde se explique con claridad que ETA es una banda terrorista que asesinó a mucha gente inocente, que aquí no ha habido ningún conflicto, sino unos terroristas que nos asesinaban. Los pactos para llegar al Gobierno no pueden ser con aquellos que quieren romper España. Pactar con el brazo político de ETA te deslegitima como presidente y como persona.
Dejar España en manos de aquellos que han asesinado a mucha gente, incluidas personas del partido en el Gobierno, demuestra la catadura moral de este presidente al que parece preocuparle su futuro económico y no España, a la que debería defender con ahínco. España sabrá juzgar en las urnas a un Gobierno que nos ha vendido a ETA y a los golpistas catalanes por el simple hecho de tener poder. Un poder que tiene que servir para hacer el bien, nunca para servirse de él. El hecho de que ETA haya decidido disolverse no exime a esta bestia del terror de su responsabilidad ante la justicia. El Ejecutivo tiene la obligación de detener hasta el último miembro de ETA. Tiene la obligación hacer que la justicia resuelva los más de 300 casos si resolver de asesinatos de ETA.