Sánchez impone su asfixia fiscal

Sánchez impone su asfixia fiscal

Los ladrones anónimos, desde la cárcel, ven pasar a los estafadores públicos en Falcon. La política fiscal de Sánchez se reduce a que un Gobierno de inútiles y codiciosos fije impuestos crueles, obligando a la gente a satisfacerlos. El miedo a perder el poder estimula al déspota a recaudar mucho más de lo que ya nos saca, necesita miles de millones extra para comprar a los separatistas que lo mantienen en la Moncloa. Y, sin cortarse, califica la maniobra de “recuperación económica” cuando, debido a sus excesos, la nación está en quiebra. Desde que administra España, se premia la inepcia de los ministros e impone su asfixia fiscal. Los socialcomunistas generan pesimismo, pues lo único que saben hacer es mentir, defraudar y empobrecer al pueblo llano.

Ahora que la gran Ayuso va librándose de las infamias que vierten sobre ella, ahora que el confuso Casado y su muy zafio lacayo empaquetan dislates y se piran, ahora que el limpio y estricto Feijóo va a tomar las riendas del PP, a Sánchez no le llega la camisa al cuerpo. El maniquí está histérico, ya atisba que el centroderecha barrerá en las próximas elecciones. Y sin saber qué hacer, rumia venganzas y se dedica a practicar su deporte favorito: subir los impuestos. España siempre acaba mal y se hunde con los socialistas. Si encima añadimos el loco despilfarro al que se han habituado los nuevos ricos podemitas, no nos saca del hoyo ni un buzo ni los fondos europeos.

Lo de eliminar gastos no entra en los planes del pródigo y tampoco la transparencia es su fuerte, pues nació opaco y se rodea de turbios. Carlos Cuesta nos lo aclara: “Sánchez prepara ya las bases de su próxima subida de impuestos. El abanderado de salida será la presentación del documento del Comité de Expertos supuestamente independientes. Un texto que se ultima en pleno desconcierto del PP. Y allí se pretende incluir una limitación del uso de los tipos reducidos del IVA con el fin de elevar la recaudación total. Es decir, que productos beneficiados con los tipos del 4% o del 10% pasen al tipo general del 21%, lo que se traduciría en una subida evidente del IVA de productos básicos”. La cosa es inventar nuevas excusas para seguir masacrándonos a impuestos.

Cuando Sánchez sale a la palestra para justificar que la guerra entre Rusia y Ucrania producirá grandes gastos a nuestra economía, quiere decir que debemos prepararnos a pagar nuevos tributos. La maldad de Putin le viene como anillo al dedo para aumentar la asfixia fiscal a la que nos somete. Mientras tanto, el soplapitos de Iglesias evita hablar de guerra y defiende al ruso de la KGB, alegando que “es una operación militar para defender a Ucrania, pues Rusia no quiere bases de la Otan cerca de sus fronteras”. La oxidada coalición, Sánchez & Cía, sobrevive a su fracaso y aún apuesta por su lema preferido: “Asfixia fiscal e impuestos a gogó, para empobrecer al pueblo y enriquecer al Gobierno”. De aquellas sucias cargas salió el casoplón del comunista.

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