Sánchez entra en barrena
Mientras María Antonieta bailaba poco antes de ser guillotinada se mostró igual de ufana que cuando Pedro Sánchez entra en barrena y cae bruscamente girando sobre su ego macabro. Su falta de lucidez no impide que nos obligue a aceptar la estafa de la amnistía ilegal con el único fin de que él siga en el poder. El Gobierno progresista ha sido raptado por mafiosos que manejan al títere como les viene en gana, porque saben que tal farsante necesita sus votos. El Gobierno de España pende de tribus y de quincalleros nocivos.
Imagínense lo que nos espera de aquí en adelante con un psicópata sin escrúpulos ni principios, suelto en La Moncloa. Retorcerá la Constitución a su antojo para lograr sus siniestros planes y vejará a Felipe cuantas veces le apetezca, pero siempre por detrás, porque de frente no le aguanta la mirada al Rey, pues «el cobarde (según Goethe) sólo amenaza cuando está a salvo», y Sánchez es al cien por cien, una gallina en pepitoria. Se le da bien la traición cuando se la encarga a sus serviles lacayos, entre los que brillan con luz sucia y por orden alfabético, la vil Armengol, Bolaños el chico para todo que miente sin parar, y ese par de energúmenos, inclasificables, que son Conde-Pumpido y Marlaska.
El Gobierno Frankenstein 2 ha echado a andar con la histérica Yoli Vetos rompiendo puentes con sus cuates de la Podemia; por lo visto, ahora prefiere restar que sumar. Antonio Naranjo, cabal analista político, dijo en El Cascabel irónicamente: «Bildu parece una ONG al lado de Podemos, yo creo que los comunistas le van a hacer muchísimo daño a Sánchez con sus cinco diputados». Ojalá sea verdad, pues dicho autócrata se merece todo el mal que le venga y más, aunque sólo fuese para compensar las infinitas atrocidades que ha cometido y continúa cometiendo contra los españoles. Tampoco la hipertensa debería escapar a la hoguera.
Pero ánimo, buena gente, que ya no falta tanto para que nos libremos de una vez por todas de ese engrudo sociata-comunista. Esta legislatura va a durar lo que tarden Puigdemont y Sánchez en enterarse de que la amnistía ha sido rechazada por los tribunales españoles y/o europeos. Alejo Vidal-Quadras predice el final de Pedro Sánchez, que volará a la acogedora dictadura de Maduro. Y Carles Puigdemont buscará un vespino a precio módico para prolongar su fascinante vida de prófugo en Waterloo. Y todo por 7 votos de merde.
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