Sánchez da alas al separatismo vasco
Parece evidente que el indulto de Pedro Sánchez a los golpistas catalanes no va a traducirse en una mejora del «interés general» como defiende el Gobierno, sino todo lo contrario. El separatismo vasco, que en los últimos años permanecía aletargado, esperando una nueva oportunidad, ha visto en la salida de prisión de los sediciosos catalanes una ocasión de volver a inflamar las calles del País Vasco. La plataforma conocida como la ANC Vasca -Gure Esku- ha lanzado ya convocatorias de actos para extender el movimiento golpista al País Vasco. El separatismo ha elegido Vergara como primera etapa de su vuelta al ruedo independentista. Guru Esku nació con el apoyo del PNV, pero derivó a la órbita de los herederos políticos de ETA.
Bildu es ahora quien mueve los hilos de esta plataforma que, en pleno golpe separatista del 1-O, se puso como objetivo agitar el pulso rupturista en el País Vasco. Ahora, la ocasión la pintan calva, intensifica las convocatorias y actos para extender el desafío independentista. Estaba cantado que después de comprobar que la intentona golpista en Cataluña se ha saldado con la claudicación de Sánchez y la puesta en libertad de los sediciosos, los separatistas vascos no iban a quedarse quietos. ¿Por qué iban a hacerlo si la subversión del orden constitucional les ha salido casi gratis a los sediciosos catalanes? ¿Por qué habrían de quedarse quietos si han comprobado que incendiar las calles y chantajear al Gobierno de España les ha dado fantásticos resultados a los golpistas catalanes?
Mientras ERC, envalentonada, pisa el acelerador para la construcción de su hipotética república catalana, los independentistas vascos quieren volver a las andadas en el convencimiento de que están ante una oportunidad histórica: en el Gobierno de España hay un presidente que depende de los enemigos de España para seguir en el Gobierno. Y eso, para el independentismo catalán y vasco, es un chollo.