Sánchez, artista del engaño

Sánchez, artista del engaño

La imagen que Sánchez proyecta es la del narcisista de medio pelo, emocionalmente frívolo, intelectualmente nulo. Mendiga votos a los separatistas, a cambio de regalarles miles de millones – que salen de nuestros impuestos-, sin importarle desgajar la Nación. Este Tartufo, siempre abierto a ofertas delirantes, no contempla otra solución para permanecer en La Moncloa, que pactar una repúbliqueta bananera a ritmo de sardana. Tal fariseo con sus ministras bolcheviques, atentan contra la prosperidad del pueblo español. Han puesto precio a cada hispano y hemos sido vendidos a esas mafias de mercaderes. Y todo, para que el pachá siga en palacio.

En la rifa de presidentes, nos tocó un maniquí que ningunea al Rey, veja a los jueces, ridiculiza a las fuerzas del orden y se chotea de la Constitución. Sus días como atracador más buscado del Ejecutivo se cuentan con los dedos. Tras haber cometido mil atrocidades, cien mil indecencias, resulta casi imposible que dure mucho en el cargo. Su rastrera imagen actual no admite reciclaje, ni perdón. Ha tocado fondo un subacuático, que ya es decir. Sin embargo, logra renacer de la nada rescatando sus sueños narcisistas, de fama y gloria. Hacer el ridículo no le frena pues ser banal, es algo que soporta desde que era un niño y no le importa lo más mínimo. Su único placer, es el poder que disfruta para manipular a la gente. Ése es su orgasmo.

No olviden que hablamos de un tipo muy peligroso que carece de ideología. Su exclusivo afán es sacar del trono a Felipe VI, para proclamarse emperador de las españas. Lo dicho, nuestro futuro está en manos de un subacuático y que me entienda quien quiera. El mismo que juró tres veces, que había acabado con la pandemia y nos animó a no usar la mascarilla, nos metió en la quinta y devastadora ola. ¿Cómo dejamos que nos presida un irresponsable de tal magnitud? ¿Quién cree que este papanatas, recuperará el país económicamente?

Artista del engaño, en su breve pero cómica gira por Estados Unidos ha sabido vender lo único bueno que tiene, su bella estampa. Allí no conocen lo malo que es este tipo, por dentro, ni lo que miente, cada vez que abre la boca. Pero a la hora de vender su propia y estúpida propaganda  hemos de reconocer que es un genio. Fue capaz de hacer creer a las gringas, que es el nuevo Superman. No habrá firmado ningún contrato, pero tiene a todas las insatisfechas masturbándose como locas.

Lo último en Opinión

Últimas noticias