Sánchez, ahora sí que te toca reflexionar
Salvador Illa ha logrado una amplia victoria (42 escaños) en las elecciones catalanas y su futuro, como el de Pedro Sánchez, depende de la decisión que tome ERC -precisamente la formación que sale trasquilada de las urnas por su apoyo continuado al socialismo-, porque el voto de Esquerra (20, con una pérdida de 13 asientos) es clave para que los socialistas conformen una mayoría absoluta justa de 68 escaños sumando también los 6 diputados de los Comuns. Lo que no parece claro, a tenor de lo expresado por Pere Aragonés, es que ERC apoye al candidato del PSOE teniendo en cuenta que ha sido su auxilio permanente a Pedro Sánchez lo que les ha condenado en las urnas. Otro aspecto a destacar es que el separatismo no logra su propósito y sufre un notable retroceso pese al alza de un Carles Puigdemont (35) que se afianza como claro vencedor entre las fuerzas independentistas. En definitiva, a día de hoy, el mensaje tanto de Junts como de ERC es que Salvador Illa tendrá que guiarse por el laberinto catalán solo, algo que abocaría a unas nuevas elecciones.
El meritorio triunfo socialista, habida cuenta del complejo reparto de escaños, lejos de tranquilizar a Pedro Sánchez le mete más presión, de modo que, ahora sí, Pedro Sánchez tendrá que tomarse cinco días de reflexión para hacer un análisis cabal de la situación, porque la figura de Carles Puigdemont sale reforzada hasta el punto de erigirse ya en el líder indiscutible del independentismo en Cataluña, algo que -añadido al hecho de que en ERC han comprobado lo caro que sale apoyar al Gobierno- pone al presidente en mitad de un auténtico temporal de intereses cruzados. Y es que no es en absoluto descartable que, si ERC no apoya a Illa, Puigdemont exija a Sánchez que le entregue la Generalitat si quiere seguir en el Ejecutivo. El panorama político de Cataluña es endiablado, porque -ironías del destino- en condiciones normales, con un PSOE normal y no dependiente del independentismo, la suma del PSOE (42), PP (15) y VOX (11) daría para gobernar en Cataluña. Pero, claro, con Pedro Sánchez eso es ciencia ficción porque el PSOE ya no está en el constitucionalismo.