Rajoy ha hecho lo que haría cualquier presidente democrático
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha garantizado la seguridad de los ciudadanos catalanes ante la amenaza violenta e ilegal de la minoría independentista. Ni más ni menos que lo que haría el jefe del Ejecutivo de cualquier país democrático cuando está en juego la convivencia pacífica. La presencia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado en Cataluña se antojaba imprescindible durante la celebración del referéndum ilegal. El desarrollo de la jornada ha cargado de razón al presidente con una actuación impecable por parte de los agentes, que han trabajado con total apego a las disposiciones del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña. Más prudentes, incluso, que en cualquier país de nuestro entorno si tenemos en cuenta eventos de máxima tensión como la Cumbre del G20 en Hamburgo de hace tres meses, la huelga general de París de hace un par de semanas o los disturbios tras los atentados de Bruselas en abril de 2017.
Todos ellos, acontecimientos donde los policías de cada lugar se emplearon con mucha más contundencia para hacer que prevaleciera la ley y el orden. Los radicales han tratado de convertir los colegios electorales en un campo de batalla. Tanto los efectivos de la Guardia Civil como los de la Policía Nacional han actuado con total proporcionalidad a pesar de que han sido atacados con piedras y sillas, amén de las constantes provocaciones. El Estado ha dado de esa manera una respuesta firme a un ataque premeditado. Los golpistas pretendían secuestrar mediante la violencia las garantías democráticas que otorga el Estado de Derecho a todos los ciudadanos. Ha sido una respuesta firme pero mesurada, donde los efectivos sólo han mostrado una lógica contundencia cuando ha sido imprescindible. Una manera legal de actuar ante la virulencia golpista a pesar de que la pasividad de los Mossos les ha dificultado la labor hasta el extremo. La legítima democracia estaba en juego y nuestras Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han sabido responder por ella.