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Queridos progres, toque de pito: ¡todos votad fango y ultraderecha!

Queridos progres, toque de pito: ¡todos votad fango y ultraderecha!

Mis queridos progres, os supongo muy movilizados de cara a este domingo 9-J. La escolanía woke con derecho a voto en Baleares, en las Europeas de 2019 sumó un total de 198.100 almas cándidas, reuniendo a socialistas, podemitas, los de Més bajo el palio de Junts y por último ER-Ara República. De todo hay en la viña del Señor, incluso un número redondo de almas cándidas.  

Me permito no diferenciar ninguna de las siglas, porque después de ocho años consecutivos compartiendo lecho en nuestras instituciones, tanto me da que el personal vaya de socialista, de podemita o de pesemero reciclado. No en vano el monstruo de Frankenstein estaba hecho de pedazos variados que sin embargo hacían todos juntos y de cine el paso de la oca. Así pues, mis queridos progres, sois tal para cual y no hay más donde rascar. 

¿Recordáis los desfiles de la Alemania nazi y de la URSS? Era común, en ambas demostraciones de fuerza militar, el paso de la oca. Tal para cual. 

Me he referido a todos vosotros como almas cándidas, lo cual no es insulto, sino simple constatación de la pasta de la que estáis hechos. Un cándido o una cándida puede pasar por ingenuo o ingenua que no tiene malicia o bien como persona simple y poco advertida. Incluso crédulo incauto o párvulo y candelejón. El femenino o neutro ya lo ponéis vosotros. Con perspectiva de género, ya sabéis. Todo muy woke.

La verdad, yo desconozco el número de almas cándidas que han alcanzado mayoría de edad, desde que se cerraron las urnas aquel 2019 europeo, pero a efectos estadísticos la marca a batir es el número redondo: 198.100. De igualarse o superarse, quedará aclarado de qué pie calza la progresía balear. ¿Responderá al toque de pito, ¡todos votar contra el fango y la ultraderecha!? En cambio, si decrece el número, será la señal de que ya no cuela el mensaje en el sector de la izquierda moderada o sea la que ha tomado conciencia de ser socialdemócrata y no tener a nadie que le represente. La candidez, perdida, en definitiva. 

Será interesante averiguar cuántas almas cándidas se van a decantar por esa opción llamada Izquierda Española, que en absoluto es socialdemócrata. Es socialismo, puro y duro, tal vez y solo tal vez, hastiado de tanta deriva de los suyos, es decir, el PSOE de toda la vida. Pero los mismos, inclinados a montar el pollo, como en el 34 (revuelta de Asturias), en el 36 (pucherazo en las Elecciones y por tanto fraudulento Frente Popular) o del 2004 hasta el presente con su obsesivo guerracivilismo, ya estrenado por Felipe en su célebre vídeo del doberman, allá por 1996. Son incapaces de cambiar.

La izquierda española, a fecha de hoy, es un escandaloso fraude que se ha contaminado con los postulados de la extrema izquierda, lo que hace que el PSOE, aquí PSIB-PSOE, haya perdido su naturaleza de moderación, si es que alguna vez la tuvo, y de sentido de Estado con una Armengol sumisa a Sánchez, quien, a su vez, está enamorado de sí mismo y de su firme apego al poder autocrático. Continuadas mentiras de este megalómano (traducido: delirio de grandeza), que para ocultarlas y así mantenerse en el poder, sólo le queda como única opción hablar de fango y ultraderecha.

Lo de ultraderecha ya lo utilizó el 23 J y le funcionó por la mínima. Ahora, que estamos al corriente de su catadura moral y de los negocios de su mujer  investigados por corrupción en sede judicial, toca hablar del fango, repetido hasta la saciedad una y mil veces por sus corifeos, para desviar la atención de mis queridas almas cándidas. De cara al 9-J, la consigna es clara. Tocar a pito, a la parroquia, para que se movilice en defensa del Líder Supremo.

Un Líder Supremo que está, él sí, enfangado en casos de corrupción que le acorralan y desacreditan para el ejercicio del poder democrático, sabiendo además que el origen de su presidencia del Gobierno de España se inspiró en la transparencia y la decencia. ¿Qué transparencia y qué decencia? No se ha cansado Pedro Sánchez de vulnerar la división de poderes y de tejer un entramado que nos conducirá inexorablemente a una república bolivariana.  

Mis queridos progres, consciente de vuestra corteza de miras, os recordaré de qué va eso de inexorablemente: implacable, intransigente, duro, cruel y despiadado. Pedro Sánchez, os hablará hasta el cansancio de ultraderecha y fango, pero en realidad lo está haciendo para ocultar su verdadera meta: el poder omnímodo: absoluto y todopoderoso. ¿Eso es lo que queréis, mis queridos progres? ¿Una dictadura de extrema izquierda? Pues nada, toque de pito: ¡todos a votar contra el fango y la ultraderecha, porque lo dice Él!

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