PSOE, el entrañable recitar del «prietas las filas»

PSOE, el entrañable recitar del
PSOE, el entrañable recitar del "prietas las filas"
  • Graciano Palomo
  • Periodista y escritor con más de 40 años de experiencia. Especializado en la Transición y el centro derecha español. Fui jefe de Información Política en la agencia EFE. Escribo sobre política nacional

Inasequibles al desaliento. Los que mandan, digo. Porque las bases y cuadros medios que conozco (los conozco bien) y militan en esa disciplina partidaria están avergonzados. Están silentes, porque lo están, pero contemplan con estupor el proceder de sus mayores. Los tribunales han confirmado, argumentando, que se trata del mayor caso de corrupción habido jamás en las administraciones públicas en España. De ahí que aquel alegato de Rajoy, explicitado en sede parlamentaria en los instantes antes de su decapitación sumaria a manos de Sánchez (aunque dirigiéndose a Ábalos, introductor de la moción, precisamente el valenciano acusando a los demás de corrupción), se haya convertido en viral entre la chacota del respetable. Perseguirá a Sánchez y sus antiguos cuates mientras vivan.

“¿Cuándo llegue la sentencia de los ERES, van a presentar una moción de censura contra ustedes mismos?” preguntó mirando y reteniendo la mirada a un Ábalos que no encontraba lugar dónde meterse. Lo importante era el poder, a cualquier precio y bajo cualquier condición. Cuatro años después ha llegado la respuesta, es decir, que no hay respuesta, con Pedro Sánchez, gran beneficiado de aquella moción, hoy huido, mandando a sus deudos a descalificar la sentencia. Ambas cosas, la sentencia y su descalificación, pasarán a los anales históricos/jurídico/políticos en la línea de aquella obra dramática de Jardiel Poncela (años 40) titulada “Los ladrones somos gente honrada”. El oprobio no admite más decibelios.

La respuesta de la dirección socialista, utilizando, incluso, sus cargos institucionales en el Gobierno de la nación, a una meditada y estudiada decisión del Tribunal Supremo, que viene a confirmar aquella mafia política/económica que dominó Andalucía a su albur y antojo durante tantos lustros, es el rebuzno colosal ante la evidencia palmaria de un enorme caso de corrupción continuada en el tiempo y en la prevaricación. ¿No les hubiera sido más rentable desde el mero criterio de la decencia democrática haber respetado la confirmación de Supremo (ya sentenció antes el TSJA en la misma línea) mediante el silencio? Porque van a pagar por el choriceo y, un plus político, por intentar salvar a los chorizos.

Un partido serio y confiable, mucho más si está en el Gobierno, no puede transmitir la sensación -porque lo transmite- de que sus militantes, amigos y aliados están al margen de la ley que obliga al común. El PSOE, incluso antes de Sánchez, es la formación que mejor entona aquel viejo himno de “Prietas las filas…Recias, marciales…

Informaban sus asesores a un presidente norteamericano (Harry Truman) de que había un aliado de Washington al frente de un país iberoamericano que era un “auténtico hijo de puta”. -Si, contestó el jefe de la Casa Blanca, pero es nuestro hijo de puta…- ¡Pues eso!, que diría el gran Sánchez.

PD. La guinda puede ser el indulto, que viene a marchas forzadas. Será, políticamente, aún más letal que la propia sentencia.

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