Las prácticas esclavistas de los dirigentes de Podemos

Las prácticas esclavistas de los dirigentes de Podemos

Las prácticas esclavistas de los dirigentes de Podemos revelan una ínfima catadura moral y un desprecio por la dignidad de la persona que empieza a ser preocupante. Pablo Echenique pagaba en negro a sus asistente, al que no abonaba las cotizaciones sociales; Irene  Montero utilizaba a su escota como empleada doméstica, encargándole tareas denigratorias, y  el jefe de Podemos en la Comunidad de Madrid, Jesús Santos, despidió el año pasado a una empleada discapacitada que estaba de baja después de espiarla con un detective privado y ‘pillarla’ haciendo la compra en un supermercado.

Fue la Empresa de Servicios Municipales de Alcorcón (ESMASA) que preside el líder de Podemos en la Comunidad de Madrid la que contrató los servicios de un detective privado, a razón de 9.365 euros, para que siguiera a la trabajadora G.D, con un grado de discapacidad del 33 %, después de que esta iniciara el 11 de noviembre de 2019 una incapacidad temporal por mialgia y miositis. El detective siguió a la mujer durante varias jornadas y la fotografió acudiendo a centros comerciales, comprando en una ferretería, en un centro de salud o paseando al perro, actividades todas ellas de su vida cotidiana que para la Empresa de Servicios Municipales de Alcorcón eran incompatibles con el hecho de la que trabajadora estuviera de baja. Por esa razón fue despedida, con el argumento de haber cometido faltas muy graves previstas en el artículo 54.2 letra d del Estatuto de los Trabajadores y en el artículo 58.3 del convenio general del sector para la limpieza pública.

Curiosa manera de defender los derechos de una mujer trabajadora con discapacidad: espiarla y echarla porque iba a la compra o paseaba al perro estando de baja. El dirigente podemita madrileño ha demostrado tener la sensibilidad de una almeja, la humanidad de una piedra y una pulsión irrefrenable por el clásico ordeno y mando.

El Juzgado de los Social nº1 de Móstoles  ha sentenciado que el despido fue improcedente y  ha obligado a la empresa del líder podemita en Madrid y teniente de alcalde en el Ayuntamiento de Alcorcón a indemnizar con 60.245, 19 euros a la empleada o bien readmitirla en la empresa y abonarle los salarios dejados de percibir desde el día 13 de marzo de 2020 hasta la fecha de la notificación de la sentencia a razón de 94, 58 euros diarios.

La Justicia, en suma, ha retratado al dirigente podemita: su comportamiento fue propio de un negrero. Suma y sigue.

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