El PP nacional debe recuperar ya a Cayetana Álvarez de Toledo
Qué envidia nos da a los votantes, circunstanciales o no, del centroderecha, asistir a la presencia de voces tan potentes y significadas como las de Isabel Díaz Ayuso y Cayetana Álvarez de Toledo, capaces de señalar sin complejo alguno la deriva de una extrema izquierda liderada por el PSOE, aquí PSIB.
No me canso de repetirlo, así que ahí voy: siempre tendremos Baleares, en el empeño de vivir al margen de la barbaridad institucional que se avecina.
Una vez que la extrema izquierda ha perdido el poder territorial y, de nuevo insisto, corresponde a los pactos PP-Vox demostrar que están a la altura de las circunstancias en el empeño de recuperar la cordura y el sentido común, borrando de inmediato las excrecencias ideológicas de los últimos años.
Será manera suave de acabar con el perverso relato de la corrección política y de comenzar la batalla cultural, en defensa de los valores democráticos, o dicho de manera directa: el momento de señalar, fuerte: Sánchez o España.
En este contexto, ya sabemos de la autonomía de Díaz Ayuso para hablar alto y claro. Lo que no entendemos es que si Cayetana Álvarez de Toledo ha ido en el puesto número 3 de la lista de Núñez Feijóo, por qué se tarda tanto el líder del PP en dale carta blanca a tan brillante parlamentaria, a la que ningún diputado de la izquierda en el Congreso le llega a la suela de los zapatos. Ya la temían, y mucho, cuando siendo portavoz tomaba la palabra en el hemiciclo, hasta que la defenestraron por celos, viendo su elocuencia.
En Baleares lo cierto es que no tenemos líderes de tanto fuste; de hecho, no los hemos tenido nunca entre las filas del centroderecha. Pero llama mucho la atención, al menos por el momento y confío en que siga así, la lealtad en los encuentros políticos de PP y Vox. Vuelvo a insistir: los pactos entre PP y Vox en Baleares son trascendentes, desde el momento en que dependerá de esa sintonía relegar definitivamente a la extrema izquierda al ostracismo, palabra que relata según la RAE, «entre los antiguos atenienses, destierro político». Y al mismo tiempo, «apartamiento de cualquier responsabilidad social o función política». La extrema izquierda salió de debajo de un puente y le encantó la moqueta, mientras al PSIB-PSOE le salieron enanos, a partir de la doctrina de Joan March, Socialismo y Autonomía, favoreciendo que arribistas en plan Francesc Antich (PSM) o Francina Armengol (ERC) le acabasen poniendo la soga al cuello al socialismo balear, hoy extraviado.
Desconozco si la presidenta del Govern Marga Prohens (PP) es plenamente consciente del papel histórico que le toca vivir. Nada menos que despertar sus cualidades de líder, a la manera de Ayuso y Toledo. Es lo que espera su electorado. La recuerdo de diputada autonómica, cosa escasa, pero descubrí su enorme potencial en el Congreso de los Diputados. Señora Presidenta, a ser posible deje de sonreír en formato Barby Superstar y mire a los ojos de sus electores. ¡Convénzales! Recupere la moderación que nos caracteriza.
Si en reciente período electoral la extrema izquierda nos vendió ¡que viene el fascismo! y en parte coló esa gilipollez, ahora parece ser que la consigna para contrarrestar la protesta ciudadana frente a la amnistía a los golpistas por un puñados de votos es hablar de alzamiento, palabra calculada que se remonta a los años 30 del siglo pasado. Miserable PSOE, al que siguen votando históricos (Felipe González) incapaces de anteponer la soberanía nacional a la deriva partidista. ¡Es que son los míos!, debió pensar Felipe.
Presidenta Ptohens, apóyese en la mayoría absoluta de que dispone, para frenar de una vez las ensoñaciones autoritarias de la extrema izquierda y no se deje engañar. De lo contrario, habrá otro Pacte el 2027. Qué pena no disponer, aquí, de voces como Ayuso y Álvarez de Toledo. Sus aliadas.